Hare Hare...Kanon [LIBRE]
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Hare Hare...Kanon [LIBRE]
Desobligado, perezoso, desinteresado y otros adjetivos de ese tipo son los que hubiera usado mi padre para llamarme como siempre lo hacía aunque quizás tuviera razón pues a pesar de llevar tiempo "trabajando" en ese lugar, me había tomado unos días libres y como nunca me llamaron la atención, no me inmute en apresurar mi debut, esta situación me pareció curiosa y afortunada a la vez, por lo que concluí que podía comenzar cuando me sintiera "listo" y descansar cuando estuviera indispuesto. Aunque hoy no era el día de "mostrarme al mundo", tenía curiosidad por recorrer el lugar impulsado por un enorme aburrimiento, además de que por obvias razones desconocía casi en su totalidad mi lugar de trabajo siendo que debería conocerlo mejor que Obama la casa blanca. -"Cuando te tomarás las cosas en serio?"- su voz rondaba en mi cabeza y extrañamente por unos instantes me sentí melancólico, pues extrañaba ser reprimido por haber pintado un gato de azul para que fuera doraemon o haber usado los carísimos cubiertos de mi madre para asesinar al malvado refrigerador que había echado a perder mis dulces, reí pues aquello había sido muy divertido aunque las consecuencias no tanto pero definitivamente había valido la pena, regresé de mi viaje al pasado cuando guiado por un "hambre de dulces" me encontré frente al restaurante del lugar, una dulcería hubiera sido más adecuado pero quizás podría comer algún postre, por lo que entré y mire a mi alrededor un tanto asombrado por su belleza y el exceso de rojo pasión que me hacía sentir como si estuviera en el harem del diablo y atacaba mis ojos amenazando con cegarlos o dejarme daltonico, aunque de ser así era un diablo muy extraño y afeminado pues si esto fuera el infierno, sería muy diferente de como nos lo dibujan los sacerdotes buscando asustarnos, reía por mis propios pensamientos.
-"Ya no eres un niño deja de comportarte como uno"- deambulé por el lugar enfundado en un vestido de uno de mis personajes favoritos: Haruhi Suzumiya.
- Spoiler:
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Kanon~- Rubí
- Localización : Ningún lugar por más de 5 minutos
Empleo /Ocio : Todólogo
Humor : Nyappy o(≧∀≦)o
Re: Hare Hare...Kanon [LIBRE]
Regresaba a su casa de una de esas estúpidas fiestas a las que se veía obligado a asistir con tal de que aquel viejo que se hacia llamar su padre continuara pagándole todo cuanto quisiera. No era difícil claro, por el contrario era la cosa más sencilla del mundo irse a presentar a los lugares, forzar la mejor cara que podía y a cambio, tendría dinero para despilfarrarlo en lo que quisiera.
Al menos se había largado de ese lugar temprano y ahora era transportado a su apartamento. Tomaría una ducha y volvería a salir; si, esa noche la terminaría pasando en el Moulin nuevamente y si era sincero consigo mismo tenia unas amplias ganas de tener “compañía” de manera intima. Al salir de su largo baño se vistió con algo ligero era un día caluroso realmente, así que opto por ponerse una camiseta sin mangas y de cuello amplio. Esa prenda era más pequeña que su torso y se pegaba por completo a este cosa que no era molesta dado lo ligero de la prenda.
Siguió ponerse un par de canilleras negras en cada muñeca, un pantalón gris, casi negro, pero sin llegar a ese color con rasgaduras en parte de sus muslos y rodillas y claro sus zapatos lisos negros, su cabello negro alborotado y una cadena plateada al cuello. Al estar listo ya no solicito que le llevasen si no que él mismo llevaría su auto y conduciría de ida y regreso. Al cabo de pasada la tarde ya estaba en el cabaret aunque realmente parecía estar mas vacio, mucho mas vacio de lo normal, en fin, eso no le preocupo pero había algo que si lo hacia y eso era el hambre que comenzaba a resentir.
No había comido nada en aquella fiesta y solo había bebido un par de vasos de vodka y se había ido, así que era más que obvio que tenía hambre. Recordó el restaurant lugar que visito anteriormente con la única intensión de deambular pero no porque realmente hubiera comido, pero de igual manera esa era una buena oportunidad para probar la fina que comida que ahí servían. Se encamino al sitio y su sorpresa fue que ese lugar estaba desierto, no sabia si era porque era algo temprano o por lo desolado que estaba el sitio pero le beneficiaba ello, ya que tendría su espacio.
Al cruzar la puerta, de inmediato se percato de la… animosa música que estaba ambientando el sitio. No es que tuviera mucho conocimiento al respecto de la música que usaban para ambientar el lugar pero la que escuchaba era especialmente… fuera de lugar. Con completa curiosidad busco de donde provenía el sonido y fue en ese momento que se percato de… ¿La chica? Que bailaba sobre aquella mesa. Una sonrisa de diversión se instalo en sus labios y alzo una mano en los bolsillos de su pantalón a la vez que se dedicaba a avanzar a la mesa donde estaba aquella esbelta persona. – Vaya, no sabía que en este lugar también había espectáculo en vivo – Dijo con diversión al avanzar mientras que observaba el delgado cuerpo de aquella persona bailar sobre la mesa, de esa manera tan peculiar.
Al llegar a la mesa, ladeo el rostro para observar el ajeno a través de ese espejo que yacía enfrente de ambos. –No se detenga por mí… ¿Señorita? –Dijo entre una leve risa y con la mano que mantenía libre tomo el borde de su larga falda y de un solo movimiento hacia arriba logro alzarle para poder ver bajo ella concentrándose de inmediato en sus interiores que obviamente no pertenecían a una chica. – Oh mejor dicho bonito – Echo una ligera risa y jalo con esa misma mano una silla por su respaldo para poder sentarse en ella. Cruzo ambos brazos y las piernas y con una sonrisa de ladina se dirigió al pelinegro. –Adelante, continua, veamos que otro divertido espectáculo tienes para mi – Ordeno observando al chico sin quitar esa amplia sonrisa que atravesaba sus labios.
Al menos se había largado de ese lugar temprano y ahora era transportado a su apartamento. Tomaría una ducha y volvería a salir; si, esa noche la terminaría pasando en el Moulin nuevamente y si era sincero consigo mismo tenia unas amplias ganas de tener “compañía” de manera intima. Al salir de su largo baño se vistió con algo ligero era un día caluroso realmente, así que opto por ponerse una camiseta sin mangas y de cuello amplio. Esa prenda era más pequeña que su torso y se pegaba por completo a este cosa que no era molesta dado lo ligero de la prenda.
Siguió ponerse un par de canilleras negras en cada muñeca, un pantalón gris, casi negro, pero sin llegar a ese color con rasgaduras en parte de sus muslos y rodillas y claro sus zapatos lisos negros, su cabello negro alborotado y una cadena plateada al cuello. Al estar listo ya no solicito que le llevasen si no que él mismo llevaría su auto y conduciría de ida y regreso. Al cabo de pasada la tarde ya estaba en el cabaret aunque realmente parecía estar mas vacio, mucho mas vacio de lo normal, en fin, eso no le preocupo pero había algo que si lo hacia y eso era el hambre que comenzaba a resentir.
No había comido nada en aquella fiesta y solo había bebido un par de vasos de vodka y se había ido, así que era más que obvio que tenía hambre. Recordó el restaurant lugar que visito anteriormente con la única intensión de deambular pero no porque realmente hubiera comido, pero de igual manera esa era una buena oportunidad para probar la fina que comida que ahí servían. Se encamino al sitio y su sorpresa fue que ese lugar estaba desierto, no sabia si era porque era algo temprano o por lo desolado que estaba el sitio pero le beneficiaba ello, ya que tendría su espacio.
Al cruzar la puerta, de inmediato se percato de la… animosa música que estaba ambientando el sitio. No es que tuviera mucho conocimiento al respecto de la música que usaban para ambientar el lugar pero la que escuchaba era especialmente… fuera de lugar. Con completa curiosidad busco de donde provenía el sonido y fue en ese momento que se percato de… ¿La chica? Que bailaba sobre aquella mesa. Una sonrisa de diversión se instalo en sus labios y alzo una mano en los bolsillos de su pantalón a la vez que se dedicaba a avanzar a la mesa donde estaba aquella esbelta persona. – Vaya, no sabía que en este lugar también había espectáculo en vivo – Dijo con diversión al avanzar mientras que observaba el delgado cuerpo de aquella persona bailar sobre la mesa, de esa manera tan peculiar.
Al llegar a la mesa, ladeo el rostro para observar el ajeno a través de ese espejo que yacía enfrente de ambos. –No se detenga por mí… ¿Señorita? –Dijo entre una leve risa y con la mano que mantenía libre tomo el borde de su larga falda y de un solo movimiento hacia arriba logro alzarle para poder ver bajo ella concentrándose de inmediato en sus interiores que obviamente no pertenecían a una chica. – Oh mejor dicho bonito – Echo una ligera risa y jalo con esa misma mano una silla por su respaldo para poder sentarse en ella. Cruzo ambos brazos y las piernas y con una sonrisa de ladina se dirigió al pelinegro. –Adelante, continua, veamos que otro divertido espectáculo tienes para mi – Ordeno observando al chico sin quitar esa amplia sonrisa que atravesaba sus labios.
Eros- Cliente
Re: Hare Hare...Kanon [LIBRE]
-♪Ashita mata au toki warai nagara hamingu, ureshisa wo atsumeyou♫-Sonaba el final de mi canción, en parte lo agradecía pues aunque me estaba divirtiendo, comenzaba a sentir un poco del agotamiento momentáneo, además de mucho calor y sed, definitivamente las luces no habían sido una buena idea.
-♪Kantan nanda yo konna no, oikakete ne tsukamaete mite♫- No me percaté que alguien había entrado al lugar pues me hallaba muy concentrado mirándome, además de que no tenía nada de ganas de estar cuidando la puerta a ver quien entraba, pues los únicos que podrían entrar podrían ser los trabajadores del restaurante y muy extraño sería que llegara uno de los dueños o algún cliente.
-♪Ooki na yume ne suki deshou?♫- Terminaba la canción y yo finalizaba con aquella divertida pose de haruhi que en ese momento fue de lo menos adecuado pues aquella persona que entró luego de hablar algo que me hizo suponer que era un cliente, echando mi hipótesis al descarte total, como si fuera cualquier cosa levantó mi falda y miró debajo de esta para comprobar que no era una chica -tsk...- apenas murmuré pretando mi puño pues si estuviera en otro lugar y situación se hubiera ganado un inmediato golpe en la cara, no obstante solo me quede de pie en la mesa, mirándolo sentarse con una divertida sonrisa en mi rostro pues después de todo la situación era más que cómica.
Un atractivo hombre sentado frente a mi vestido de forma relajada por así decirlo, y como cereza del pastel parecía ser un completo pervertido.
Otro espectáculo me pidió, se supone que debía obedecerlo al pie de la letra pero como me había dicho a mi mismo hace unos instantes "No es día de mostrarme al mundo" -Esa no es forma de hablarle a una señorita- lo miré como si fuera la chica o bueno la persona más indignada del mundo, aunque luego dibujé en mi rostro una apenas perceptible sonrisa -Como guste- incliné suavemente la cabeza hacía el frente y acomodé mi vestido pues este estaba revuelto y levantado de algunas partes, empezando por donde lo había levantado.
Puse ambas manos en mi cintura e hice ademanes como si fuera a comenzar un nuevo baile, sin embargo solo dí un paso para quedar en la orilla de la mesa y después mi otra pierna la apoyé en la silla donde él se encontraba sentado, exactamente entre sus piernas, dejando la redonda punta del rojo zapato a escasos centímetros de su entrepierna, una pequeña risa salió de mis labios al imaginar que podría haber pasado si hubiera pisado mal y también porque noté que mis zapatos encajaban perfectamente con la decoración del lugar -"La moda inferno-gay se extiende con rapidez"- pensé y luego bajé hasta quedar de pie en el suelo a su lado, sonreí y me incline un poco -No puedo cumplir con su petición sin música- sonreí y camine con calma hacía la cabina de nuevo, pensando en alguna canción o mejor dicho mi siguiente movimiento.
-♪Kantan nanda yo konna no, oikakete ne tsukamaete mite♫- No me percaté que alguien había entrado al lugar pues me hallaba muy concentrado mirándome, además de que no tenía nada de ganas de estar cuidando la puerta a ver quien entraba, pues los únicos que podrían entrar podrían ser los trabajadores del restaurante y muy extraño sería que llegara uno de los dueños o algún cliente.
-♪Ooki na yume ne suki deshou?♫- Terminaba la canción y yo finalizaba con aquella divertida pose de haruhi que en ese momento fue de lo menos adecuado pues aquella persona que entró luego de hablar algo que me hizo suponer que era un cliente, echando mi hipótesis al descarte total, como si fuera cualquier cosa levantó mi falda y miró debajo de esta para comprobar que no era una chica -tsk...- apenas murmuré pretando mi puño pues si estuviera en otro lugar y situación se hubiera ganado un inmediato golpe en la cara, no obstante solo me quede de pie en la mesa, mirándolo sentarse con una divertida sonrisa en mi rostro pues después de todo la situación era más que cómica.
Un atractivo hombre sentado frente a mi vestido de forma relajada por así decirlo, y como cereza del pastel parecía ser un completo pervertido.
Otro espectáculo me pidió, se supone que debía obedecerlo al pie de la letra pero como me había dicho a mi mismo hace unos instantes "No es día de mostrarme al mundo" -Esa no es forma de hablarle a una señorita- lo miré como si fuera la chica o bueno la persona más indignada del mundo, aunque luego dibujé en mi rostro una apenas perceptible sonrisa -Como guste- incliné suavemente la cabeza hacía el frente y acomodé mi vestido pues este estaba revuelto y levantado de algunas partes, empezando por donde lo había levantado.
Puse ambas manos en mi cintura e hice ademanes como si fuera a comenzar un nuevo baile, sin embargo solo dí un paso para quedar en la orilla de la mesa y después mi otra pierna la apoyé en la silla donde él se encontraba sentado, exactamente entre sus piernas, dejando la redonda punta del rojo zapato a escasos centímetros de su entrepierna, una pequeña risa salió de mis labios al imaginar que podría haber pasado si hubiera pisado mal y también porque noté que mis zapatos encajaban perfectamente con la decoración del lugar -"La moda inferno-gay se extiende con rapidez"- pensé y luego bajé hasta quedar de pie en el suelo a su lado, sonreí y me incline un poco -No puedo cumplir con su petición sin música- sonreí y camine con calma hacía la cabina de nuevo, pensando en alguna canción o mejor dicho mi siguiente movimiento.
Kanon~- Rubí
- Localización : Ningún lugar por más de 5 minutos
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Re: Hare Hare...Kanon [LIBRE]
Se quedo observando con esa diversión que le había causado el chico desde que entro, tanto en la mirada como en la sonrisa que atravesaba sus labios. Le miraba a los ojos y en ocasiones su vista bajaba directamente a las largas piernas del chico ya que si bien, estaban casi cubiertas por completo, lo que había visto bajo su falda era más que suficiente para ver sus piernas aun por encima de aquella estorbosa prenda.
Tuvo que ahogar una ligera risa por aquel comentario de reproche por parte del pelinegro y se quedo como un ligero carraspeo en su garganta, sin embargo ante ello no separo la mirada del cuerpo ajeno. – Bien, tratare de recordarlo para cuando trate con una señorita – Murmuro con diversión, mofándose de las palabras del menor y de esa misma manera que le venia observando desde hacia un rato le siguió con cuidado, esperando a que la siguiente canción que continuaba empezara y se realizara el espectáculo que solicito. No objeto, ni se quejo, ni siquiera dijo palabra alguna cuando observo de un vistazo rápido el pie del pelinegro entre sus piernas, ya que realmente estaba seguro de que no podía recibir una agresión de tal grado por parte de un empleado a menos que él estuviese consiente de las consecuencias pero ese no fue el caso.
Soltó una ligera risa al igual que el pelinegro lo hacia y le siguió con la mirada una vez que hubo bajado de aquella mesa. – Obviamente no… – Dijo sin perder el dejo de diversión, ese mismo que tenia desde que llego y que aun ahora en lugar de irse se hacia mas amplio. – Espero que sea algo mas sensual… no me gustaría que te desnudaras con bailes tan estrafalarios – Empezó a hablar, después de todo no necesitaría alzar la voz para que el menor le escuchase – Oh si, te informo que te vas a desnudar para mi. Solo para que sepas, así que escoge una buena canción para hacerlo – Ordeno al chico sin moverse de su asiento y sobre este se acomodo aun mas a sus anchas mientras que esperaba que la orden que dio fuera adecuadamente acatada.
Tuvo que ahogar una ligera risa por aquel comentario de reproche por parte del pelinegro y se quedo como un ligero carraspeo en su garganta, sin embargo ante ello no separo la mirada del cuerpo ajeno. – Bien, tratare de recordarlo para cuando trate con una señorita – Murmuro con diversión, mofándose de las palabras del menor y de esa misma manera que le venia observando desde hacia un rato le siguió con cuidado, esperando a que la siguiente canción que continuaba empezara y se realizara el espectáculo que solicito. No objeto, ni se quejo, ni siquiera dijo palabra alguna cuando observo de un vistazo rápido el pie del pelinegro entre sus piernas, ya que realmente estaba seguro de que no podía recibir una agresión de tal grado por parte de un empleado a menos que él estuviese consiente de las consecuencias pero ese no fue el caso.
Soltó una ligera risa al igual que el pelinegro lo hacia y le siguió con la mirada una vez que hubo bajado de aquella mesa. – Obviamente no… – Dijo sin perder el dejo de diversión, ese mismo que tenia desde que llego y que aun ahora en lugar de irse se hacia mas amplio. – Espero que sea algo mas sensual… no me gustaría que te desnudaras con bailes tan estrafalarios – Empezó a hablar, después de todo no necesitaría alzar la voz para que el menor le escuchase – Oh si, te informo que te vas a desnudar para mi. Solo para que sepas, así que escoge una buena canción para hacerlo – Ordeno al chico sin moverse de su asiento y sobre este se acomodo aun mas a sus anchas mientras que esperaba que la orden que dio fuera adecuadamente acatada.
Eros- Cliente
Re: Hare Hare...Kanon [LIBRE]
Luego de que llegó a la cabina, escuchó su último comentario, bailar y desnudarse dijo, sonrió amplio pues no es como que le diera vegüenza o algo por el estilo, de echo no hubiera tenido inconveniente en salir y hacerlo, no obstante no estaba en sus planes hacerlo, al menos no como se lo pidiesen porque bien se estaba divirtiendo demasiado y al parecer no era el único pues la expresión del hombre y sus comentarios lo evidenciaban además de eso, porque en su vida había acatado una orden al pie de la letra fuese el presidente o el papa si no le apetecía no lo realizaba o lo realizaba a su manera.
Pensando en esto cerró la puerta aprovechándose de que ningún sonido saldría de ese pequeño cuarto por lo que casí de inmediato soltó una sonora y divertida carcajada apoyandose en la pared mientras miraba al hombre sentado frente a él, pues también tenía a su favor que el vidrio de la enorme ventana era un espejo falso así que podría relajarse pues no sería visto nada de lo que haría. Aun riendo examinaba al hombre pues momentos antes no había podido hacerlo bien, aparentemente parecía ser serio y temperamental, sin embargo sus reacciones lo contradecían, lo miraba más que nada con la intención de tratar de anticiparse a sus movimientos y hacer de la velada algo más divertido.
Por lo pronto empezó a buscar la canción adecuada hasta encontrarla, arregló todo para reproducirse cuando fuera necesario, pues tomó el pequeño control que manejaba el sonido y las luces; acomodó sus calcetas antes de volver a salir de forma calmada y casual, fijando su mirada en su rostro hasta que sus miradas se cruzaran y luego se posicionó tras la mesa y exactamente frente a él, dedicándole una pícara y amplia sonrisa, mientras elevaba una de sus piernas para volver a subir a esta, sin decir ni una palabra tomó el control y las coloridas luces las cambió por unas blancas que se movían lento a su alrededor, al igual que la luz que normalmente tenía el sitio, la bajo solo un poco, inmediatamente encendió el reproductor y la música comenzó a sonar.
En cuanto terminó apoyó un pie en la silla como lo había echo con anterioridad y la otra la dejó colgando en el aire -Sabe, no tardan en abrir el restaurant y no es un lugar apto para ese tipo de espectáculos-habló con un cierto tono de advertencia e insinuación muy bien encubierta en su voz riendo internamente aunque solo tuviera una sonrisa en su rostro. La pierna que colgaba la deslizó hasta que esta quedó en el suelo e inclinó su cuerpo con el otro pie aun sobre la silla hasta quedar a milimetros de su rostro y hablaba mientras deslizaba su indice por su pecho -Y puedo darme el lujo de atender de esa forma a quien yo quiera- Se acercó un poco más alcanzando a sentir la respiración del otro. Sabía que no era exactamente la forma de comportarse pero solo lo hacía porque le gustaba provocar a los demás, aunque no sabía que reacción podría tener -Así que ahora usted porque no me muestra que vale la pena que me desnude aquí- Hizo una pequeña pausa ampliando su sonrisa. -O si lo desea puede hacerlo usted mismo- Mantuvo la cercanía mientras deslizaba la punta de su lengua por sus labios y hundía su mirada en sus ojos, buscando leer en ellos cada una de sus reacciones.
Pensando en esto cerró la puerta aprovechándose de que ningún sonido saldría de ese pequeño cuarto por lo que casí de inmediato soltó una sonora y divertida carcajada apoyandose en la pared mientras miraba al hombre sentado frente a él, pues también tenía a su favor que el vidrio de la enorme ventana era un espejo falso así que podría relajarse pues no sería visto nada de lo que haría. Aun riendo examinaba al hombre pues momentos antes no había podido hacerlo bien, aparentemente parecía ser serio y temperamental, sin embargo sus reacciones lo contradecían, lo miraba más que nada con la intención de tratar de anticiparse a sus movimientos y hacer de la velada algo más divertido.
Por lo pronto empezó a buscar la canción adecuada hasta encontrarla, arregló todo para reproducirse cuando fuera necesario, pues tomó el pequeño control que manejaba el sonido y las luces; acomodó sus calcetas antes de volver a salir de forma calmada y casual, fijando su mirada en su rostro hasta que sus miradas se cruzaran y luego se posicionó tras la mesa y exactamente frente a él, dedicándole una pícara y amplia sonrisa, mientras elevaba una de sus piernas para volver a subir a esta, sin decir ni una palabra tomó el control y las coloridas luces las cambió por unas blancas que se movían lento a su alrededor, al igual que la luz que normalmente tenía el sitio, la bajo solo un poco, inmediatamente encendió el reproductor y la música comenzó a sonar.
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En cuanto terminó apoyó un pie en la silla como lo había echo con anterioridad y la otra la dejó colgando en el aire -Sabe, no tardan en abrir el restaurant y no es un lugar apto para ese tipo de espectáculos-habló con un cierto tono de advertencia e insinuación muy bien encubierta en su voz riendo internamente aunque solo tuviera una sonrisa en su rostro. La pierna que colgaba la deslizó hasta que esta quedó en el suelo e inclinó su cuerpo con el otro pie aun sobre la silla hasta quedar a milimetros de su rostro y hablaba mientras deslizaba su indice por su pecho -Y puedo darme el lujo de atender de esa forma a quien yo quiera- Se acercó un poco más alcanzando a sentir la respiración del otro. Sabía que no era exactamente la forma de comportarse pero solo lo hacía porque le gustaba provocar a los demás, aunque no sabía que reacción podría tener -Así que ahora usted porque no me muestra que vale la pena que me desnude aquí- Hizo una pequeña pausa ampliando su sonrisa. -O si lo desea puede hacerlo usted mismo- Mantuvo la cercanía mientras deslizaba la punta de su lengua por sus labios y hundía su mirada en sus ojos, buscando leer en ellos cada una de sus reacciones.
Kanon~- Rubí
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Re: Hare Hare...Kanon [LIBRE]
De momento no tenía que hacer nada más, más que quedarse quieto en su sitio esperando la música que pondría el pelinegro pero por sobre todo, el baile que había pedido con aquel aditamento especial. Así que eso hizo. Se quedo en su silla esperando “paciente” aunque en realidad si, el tiempo que se estaba tomando el chico para poner la melodía que acompañaría su baile estaba siendo demasiado por ello su propio rostro se giraba un poco en dirección de donde se había ido, esperando verle salir de regreso.
Finalmente aquella esbelta figura pelinegra regresaba y tras esto la música no tardo en empezar. El espectáculo daría comienzo. Se acomodo en su asiento con una amplia sonrisa instalada en sus labios y se dedico a su siguiente labor. El observar detenidamente.
Sus ojos se empezaron a perder justamente en ese movimiento de caderas, ese lugar fue el primero que sus ojos visitaron y por un rato el único que observaban. Sus ojos se levantaron a sus manos y seguían estas meticulosamente de un lado a otro, prácticamente sus ojos eran guiados por ellas encima de su cuerpo y les prestaba casi su total atención, eso claro cuando entre movimientos no tenia una visión de un poco mas debajo de su falda era ahí donde sus ojos se movían para ver un tanto mas allá buscando ver con mas claridad un tanto mas de lo que había visto cuando levanto su falda.
Su sonrisa se ensancho un tanto mas, ante aquel rose que habían dado las manos ajenas en la entrepierna donde se arrugo su vestido y ante ello, relamió su sonrisa un par de veces observando directamente esa zona antes de levantar la mirada para encontrar los ojos del pelinegro. Traviesos, juguetones quizá esa impresión le daban sus ojos que ahora veía desde lo alto al tenerlo de rodillas al frente. Soltó una ligera risa y le siguió con los ojos el moverse hasta estar detrás de donde él mismo estaba sentado.
No objeto contra la mano que se movía en su pecho, por el contrario le resultaba más que divertida la actitud del muchacho y ese rose de su aliento contra la piel propia hizo que se manifestara un ligero cosquilleo en su cuello. Relamió una vez más sus labios y nuevamente la mirada siguió los movimientos del muchacho. Por supuesto le ponía atención a lo que decía, de alguna manera se estaba divirtiendo con las palabras del chico que tenían esa clara intención de provocarle pero no eran suficiente para hacerlo en su totalidad, solo ampliaban esa sonrisa de diversión que no había quitado de sus labios que ahora dada la cercanía de los ajenos, resentían la calidez de su respiración sobre ellos.
Correspondió de la misma manera la mirada del pelinegro tras todo lo que tenía que decirle y realmente no le tomo mucho tiempo el decidir que hacer. Aprovecho inmediatamente la cercanía de su cuerpo y sus manos fueron de inmediato a cumplir su labor pasándose sin preámbulos por debajo de su falda, palpo sus interiores, la costura superior de estos y sin perder la mirada del menor comenzó a bajarlos rápidamente. – ¡Oh! Claro que podría hacerlo yo, pero creo que fui muy claro con la orden de que tú lo hicieras ¿No bonito? – Llevo la prenda interior ajena hasta donde pudo y se levanto de golpe obligando al pelinegro a ponerse derecho para que fuera el mismo peso de su prenda la que terminara de resbalarla por sus largas piernas. – Oh y… si buscabas provocarme de alguna manera, déjame decirte que mas que eso… – dejo su oración inconclusa y sus ojos miraron de soslayo aquella habitación donde el menor se había adentrado para poner la música, sonrió con malicia y tomo una de sus muñecas con fuerza entre una de sus manos y por medio de ella le empezó a jalonear para llevarle hacia aquella habitación, dejando los interiores del pelinegro olvidados en aquel lugar.
Abrió sin problemas esa habitación y basto con tirar de la mano ajena para obligarle a adentrarse en esta y seguir por entrar él. Coloco el pestillo y de inmediato empezó a caminar hacia el frente del chico, empujándole con su cuerpo aprisionándole de espaldas en aquella ventana que de fuera se veía como un espejo normal. –Me voy a divertir a mares contigo – Afirmo con severidad culminando su oración anterior y al tenerle contra la pared, llevo sus manos a diferentes lugares. La derecha fue hacia la mesa donde tenían los reproductores de música y demás, los discos y las cosas necesarias y basto con un agitar su brazo con fuerza para que todas esas cosas azotaran al suelo mientras que su mano se afianzaba con fuerza en la cadera del pelinegro y después de cumplir su labor la derecha fue a ese lugar también.
Tomándole por las caderas giro su cuerpo contra esa mesa convenientemente acomodada frente aquella ventana y basto con el fuerte alzar de sus brazos para sentar al menor sobre esta. –Desnúdate para mi… es la ultima vez que lo digo bonito – Ordeno adusto y se inclino hacia el cuello del chico donde dio una severa mordida a su piel para marcarle con una huella carmín antes de alejarse y tomar una silla cercana para sentarse en un buen lugar esperando el espectáculo que su orden había solicitado.
Finalmente aquella esbelta figura pelinegra regresaba y tras esto la música no tardo en empezar. El espectáculo daría comienzo. Se acomodo en su asiento con una amplia sonrisa instalada en sus labios y se dedico a su siguiente labor. El observar detenidamente.
Sus ojos se empezaron a perder justamente en ese movimiento de caderas, ese lugar fue el primero que sus ojos visitaron y por un rato el único que observaban. Sus ojos se levantaron a sus manos y seguían estas meticulosamente de un lado a otro, prácticamente sus ojos eran guiados por ellas encima de su cuerpo y les prestaba casi su total atención, eso claro cuando entre movimientos no tenia una visión de un poco mas debajo de su falda era ahí donde sus ojos se movían para ver un tanto mas allá buscando ver con mas claridad un tanto mas de lo que había visto cuando levanto su falda.
Su sonrisa se ensancho un tanto mas, ante aquel rose que habían dado las manos ajenas en la entrepierna donde se arrugo su vestido y ante ello, relamió su sonrisa un par de veces observando directamente esa zona antes de levantar la mirada para encontrar los ojos del pelinegro. Traviesos, juguetones quizá esa impresión le daban sus ojos que ahora veía desde lo alto al tenerlo de rodillas al frente. Soltó una ligera risa y le siguió con los ojos el moverse hasta estar detrás de donde él mismo estaba sentado.
No objeto contra la mano que se movía en su pecho, por el contrario le resultaba más que divertida la actitud del muchacho y ese rose de su aliento contra la piel propia hizo que se manifestara un ligero cosquilleo en su cuello. Relamió una vez más sus labios y nuevamente la mirada siguió los movimientos del muchacho. Por supuesto le ponía atención a lo que decía, de alguna manera se estaba divirtiendo con las palabras del chico que tenían esa clara intención de provocarle pero no eran suficiente para hacerlo en su totalidad, solo ampliaban esa sonrisa de diversión que no había quitado de sus labios que ahora dada la cercanía de los ajenos, resentían la calidez de su respiración sobre ellos.
Correspondió de la misma manera la mirada del pelinegro tras todo lo que tenía que decirle y realmente no le tomo mucho tiempo el decidir que hacer. Aprovecho inmediatamente la cercanía de su cuerpo y sus manos fueron de inmediato a cumplir su labor pasándose sin preámbulos por debajo de su falda, palpo sus interiores, la costura superior de estos y sin perder la mirada del menor comenzó a bajarlos rápidamente. – ¡Oh! Claro que podría hacerlo yo, pero creo que fui muy claro con la orden de que tú lo hicieras ¿No bonito? – Llevo la prenda interior ajena hasta donde pudo y se levanto de golpe obligando al pelinegro a ponerse derecho para que fuera el mismo peso de su prenda la que terminara de resbalarla por sus largas piernas. – Oh y… si buscabas provocarme de alguna manera, déjame decirte que mas que eso… – dejo su oración inconclusa y sus ojos miraron de soslayo aquella habitación donde el menor se había adentrado para poner la música, sonrió con malicia y tomo una de sus muñecas con fuerza entre una de sus manos y por medio de ella le empezó a jalonear para llevarle hacia aquella habitación, dejando los interiores del pelinegro olvidados en aquel lugar.
Abrió sin problemas esa habitación y basto con tirar de la mano ajena para obligarle a adentrarse en esta y seguir por entrar él. Coloco el pestillo y de inmediato empezó a caminar hacia el frente del chico, empujándole con su cuerpo aprisionándole de espaldas en aquella ventana que de fuera se veía como un espejo normal. –Me voy a divertir a mares contigo – Afirmo con severidad culminando su oración anterior y al tenerle contra la pared, llevo sus manos a diferentes lugares. La derecha fue hacia la mesa donde tenían los reproductores de música y demás, los discos y las cosas necesarias y basto con un agitar su brazo con fuerza para que todas esas cosas azotaran al suelo mientras que su mano se afianzaba con fuerza en la cadera del pelinegro y después de cumplir su labor la derecha fue a ese lugar también.
Tomándole por las caderas giro su cuerpo contra esa mesa convenientemente acomodada frente aquella ventana y basto con el fuerte alzar de sus brazos para sentar al menor sobre esta. –Desnúdate para mi… es la ultima vez que lo digo bonito – Ordeno adusto y se inclino hacia el cuello del chico donde dio una severa mordida a su piel para marcarle con una huella carmín antes de alejarse y tomar una silla cercana para sentarse en un buen lugar esperando el espectáculo que su orden había solicitado.
Eros- Cliente
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