Temps détente [Privado ZerΦ-sama]

Esa noche el exclusivo Spa había quedado reservado para recibir a un cliente que días atrás había tenido la oportunidad de conocer...ZerΦ-sama~ A quien le había prometido un encuentro que sin duda no lo decepcionaría en lo más mínimo.
Por eso desde varias horas antes que la cita acordada, me dirigí al spa que tenía una corta alberca con aguas termales que eran las más indicadas para la relajación del cuerpo, y que por supuesto las altas temperaturas que ofrecían le daban una ligera sensualidad al lugar.

Spoiler:

Mi vestimenta quizás no hubiera sido la elegida por cualquiera para un lugar como es, pero para mi era lo suficientemente cómoda y ligera para moverme bien de un lado a otro.

Mientras que me dedicaba a esperar, fui colocando algunas velas flotantes que parecía que bailaban en el agua, y para que estas relucieran aún más, me aseguré de bajar la intensidad de la luz hasta casi su totalidad, para que las pequeñas y flotantes luces fueran las únicas que alumbraran su camino.
También coloqué en las cuatro esquinas del lugar, un contenedor con inciensos de suave y nada escandaloso aroma para que no fuera demasiado dulce o demasiado débil y así lo perfumara desde su llegada.

Al tener todo aquello listo, procedí a retirar mi largo abrigo para quedar solo con el chaleco que solía usar, los cortos shorts y las largas botas que cubrían casi la totalidad de mis piernas, para luego dirigirme hasta la banca de marmol frente a la piscina, sentándome ahí con mis piernas cruzadas y mi vista fija en la puerta, en espera de que la hora llegara y con esta...la presencia de la persona a quien estaba dedicado todo eso.

A pesar de haberse tomado esas vacaciones en las que su ideal era divertirse sin importa el precio de esto, como cualquiera se vio ligeramente frustrado pues las personas que se supone eran lo suficientemente competentes como para encargarse de los asuntos nada dificiles que había dejado a su cargo durante su ausencia, habían cometido errores que comprometían sus negocios por lo que tuvo que encargarse de aquello personalmente, aunque afortunadamente tardó solo un par de días en solucionarlo, la tensión que había logrado liberar, había vuelto reflejándose ligeramente en su entrecejo, por lo que en cuanto pudo buscó aquella tranquilidad de la que había sido privado por unos días.

Esa noche se hallaba en el cabaret siendo guiado por una bella hacía un lugar que desconocía pues días antes en ese mismo cabaret, se había encontrado con un símpatico chico pelirrosa quien le hizo una atractiva oferta, la cual no dudo en aceptar, siempre y cuando que esta fuera satisfactoria, por que entre sus deseos estaba que el chico eligiera un buen lugar "srprendiendolo" como se lo había mencionado esa vez, por lo que iba vestido de forma cómoda al llevar solo unos pantalones cortos, una camiseta sin mangas y unos tenis con las agujetas aflojadas, todos en color negro.

La chica se detuvo frente a una puerta de lo que era el spa según el letrero y la voz de la chica le informaban, una ligera sonrisa de complacencia se dibujo en su rostro pues había sido una buena elección, aunque debía esperar a ver que más le tenían preparado. Entró al lugar y se quitó la camiseta, quedándose solo con sus pantalones y unas sandalias que le había ofrecido la chica, después lo llevó hasta la puerta de las termas donde era esperado y se retiro, sonrió de forma vaga acompañado de un movimiento de cabeza para después abrir la puerta y entrar con parsimonia al lugar, aunque solo se quedó de pie mirando a su alrededor satisfecho por la decoración y el tenue aroma que invadía el lugar.

-Todo esta muy bien, solo hay algo mal y esta en ti-

Caminó adentrándose un poco más al lugar para después tomar la muñeca del chico y tirar de esta, provocando que sus cuerpos se golpearan con levedad.

-Tus botas podrían arruinarse con el agua-

La mano que sostenía su muñeca la llevó hasta su cadera mientras se acercaba a su oído y susurraba en este.

-Y no me permiten apreciar tus piernas-

Volvió a erguirse por completo y por unos segundos miró el rostro de su acompañante, examinando sus rasgos, con un gesto neutral en el rostro hasta que lo soltó y camino a la orilla de la alberca, entreteniendose unos momentos con el ligero movimiento del agua y el calor que emanaba de esta en forma de vapor.

Alcé mi cabeza para así observar como aquella persona que esperaba, entraba puntualmente por la puerta llevando ropa bastante adecuada para el tipo de lugar en el que nos encontrabamos.
Abrí un poco mis labios para pronunciar las primeras palabras, pero de inmediato fui sorprendido por el leve jalar de su mano en mi muñeca lo cual causó que nuestros cuerpos chocaran y que mi mano libre se instalara en su pecho desnudo por un mero reflejo a dicha acción.
- Algo mal?-
Murmuré sin levantar la voz y solo arquear levemente una de mis cejas. Aunque de inmediato mi expresión se relajo y se torno un tanto más...traviesa ante su petición, a la cual asentí con la cabeza antes de retroceder unos pasos sin dejar mirarlo, llegando a sentarme de vuelta en la banca donde estaba esperando.

Ahí crucé mis piernas una sobre la otra, para que me fuera más fácil comenzar a retirar uno a uno los broches de mi bota derecha, para luego bajar el cierre de un solo movimiento, creando el característico sonido del cuero abriéndose poco a poco.
Cuando conseguí retirar aquella bota por completo, simplemente la deje a un lado de la banca y con cuidado de no tropezar caminé hacia él; tomándolo delicadamente por los hombros para tener un apoyo y así subir mi pierna alrededor de sus caderas de manera envolvente, abrazándome así a su cuerpo.

- Me ayudaría con la otra bota...ZerΦ-sama?-
Esta vez fui yo quien me incliné para susurrar en su oído, soplando un poco en esa zona mientras que dirigía mi mano derecha a mi bota, acariciándola de arriba a abajo-