Escondite~~ [Privado o-o]

Los primeros días había podido pasar casi desapercibido, tan solo sirviendo uno que otro trago o atendiendo en el restaurante; pero hasta el momento no había tenido que pasar por ninguna vergonzosa situación; así que las cosas habían estado "tranquilas" para mi.
Pero aquella noche al cruzar por las puertas del bar...me tope con una gran cantidad de personas que iban y venían, causando un gran ruido y sobre todo una sensación de claustrofobia que no me gustaba para nada. Aún así tenía claras mis obligaciones de esa noche, así que no tuve otra opción más que entrar a aquel sitio lleno de humo y personas que no me inspiraban nada de confianza.

Durante el primero rato que estuve ahí, pude desenvolverme de manera...aceptable. Esto a pesar de que yo solo me resignaba a ir de una mesa a otra, sirviendo tragos y luego huyendo de los clientes tan rápido como pudiera para evitar que cualquier otra petición llegara a mi.
Sin embargo mientras que la noche iba avanzando también la cantidad de clientes aumentaban, y con ellos el nivel de alcohol en sus organismos, lo cual les quitaba racionalidad y los orillaba a solo guiarse por sus instintos.
Por esa razón los sucios comentarios, las miradas que incomodaban y las caricias robadas que le otorgaban a mi tembloroso cuerpo eran cada vez más comunes y constantes.
Suponía que todo eso era normal y que debía sobrellevar eso y...muchas otras cosas más. Pero aquella noche simplemente no estaba listo para todo lo que me rodeaba, y sobre todo porque había una mirada en especifico que se dedicaba hacia mi que conseguía ponerme más nervioso que de costumbre, incluso provocando que de vez en cuando mis manos temblaran al acercarme hacia las mesas de su alrededor. A consecuencia de eso, en una rápida vuelta que di hacia la barra para esconderme de lo que me rodeaba, choque de frente contra una de las meseras que llevaba una charola con varias copas de whisky, las cuales cayeron directamente sobre de mi ropa, dejándome impresentable para seguir con mi deber.

Tome aquello como la excusa perfecta para dejar a un lado el pequeño bloc de notas que tenía en la mano y así correr directo hacia los baños más cercanos a mi...


Ahí me dirigí de inmediato al gran espejo rodeado de pequeños focos rojos que estaba frente al lavamanos, donde pensé que sería buena idea limpiar mi ropa. Así que acerqué un poco la pequeña ombliguera que llevaba, teniendo que estirar la tela de esta para dejarla justo bajo el grifo del agua para intentar "lavarla" y quitar aunque fuera un poco el fuerte y desagradable olor del alcohol.

Uno de mis pasatiempos era acosar a la gente desde las sombras. Y si podía hacerlo desde el bar mucho mejor. Allí, entre ronda y ronda de tragos bastante fuertes pero normales para mi, pasee mi mirada entre los que atendían y los que solo estaban allí, con uno que otro integrante de ese lugar, entreteniendose.
Levanté mi mano para pedir una ronda más de whisky, sabiendo que este en realidad casi ni surtía efecto en mi, pero era más que nada para ver a un cierto miembro del Moulin que llamó mi atención. Estaba perdido en mis pensamientos, pero mi mirada siempre estaba fija en sus movimientos, y siempre pedía un trago y me paseaba entre el bar y una mesa en el centro de todos a quienes le servía sus tragos, teniendo que reírme en mi interior al ver el nerviosismo con el que había empezado a actuar. Por ello, cuando se acercó mi mesera quien también era bastante atractiva pero no tenía mi completa atención, le atraje del mentón y rozando suavemente mis labios con los suyos, le pedí que se cruzara con ese otro mesero, que provocara un accidente a propósito y que luego se lo...recompensaría.
Esta no dudó en hacerlo y a un guiño hacia mí, fue directamente para que se tropezara, empapando sus ropas de Whisky. Rápidamente, me levanté y fuera de su visión, me fuí hacia el baño, esperando que viniera hacia allí para tratar de limpiar su ropa. Cuando sentí los pasos acercarse raudamente hacia allí, me escondí tras la puerta y fuera de su vista hasta que ya entró en el lugar y, silenciosamente cerré esta con el seguro, impidiendo que alguien entrara o él intentara salir. Sin siquiera hacer ruido, me puse tras su cuerpo y rápidamente, notando el sobresalto que dio su cuerpo, le atraje hacia mí, entrelazando mis manos en su cintura y cogiendo la mojada tela por el whisky, apoyando levemente mi rostro sobre su hombro, mirándole a través del espejo.
Tsk...Lástima que te hayas manchado...era una bonita pieza de ropa...murmuré paseando mis dedos por sobre la húmeda tela, rozándola deliberadamente para tocar su vientre y humedecer mis dedos del sabor del whisky. Me pregunto si este Whisky sabe bien...- susurré, riendo levemente antes de llevar esta mano hacia sus labios y rozándolos, y luego llevarlas a los míos, lamiéndolos sin dejar de mirarle a los ojos, notando su sonrojado rostro.

Escuche un leve clic de la puerta cerrarse tras de mi y de inmediato intente girar mi cabeza para ver que sucedía o si había alguien que quisiera entrar al baño. Pero al intentar moverme un poco, de inmediato sentí unos brazos totalmente desconocidos para mi aferrándose a mi cintura, mientras que su cuerpo se apoyaba contra de mi para dejarme un poco doblado pero sobre todo, sin posibilidad alguna de moverme.
-N-no...creo que sepa bien...-
Titubee mientras que agachaba mi cabeza para no verme en el espejo y evitar también el reflejo de aquel hombre que me tenía acorralado.
Negué de inmediato con la cabeza cuando sus dedos estuvieron cerca de mis labios, queriendo apartar ese vergonzoso contacto que tenía, para luego ver como ahora llevaba esos mismos dígitos a su boca lamiéndolos de forma lenta.
-Estoy seguro que e-en el bar pueden servirle el whiskey que desee, yo n-necesito limpiar esto.-
Mi sonrojo era cada vez más evidente y también mi nerviosismo por estar sin opción más que quedarme quieto a pesar de la incomodidad que me daba el estar tan cerca de las personas.
De inmediato supe que él era quien me había estado observando todo el tiempo en el bar y que de seguro me había seguido todo el camino hasta el baño, cosa que incrementaba mi temor y mi inseguridad al no saber que hacer.
-Usted quien es? Y porque esta aquí cuando podría d-divertirse con los demás?- dije de repente, levantando mi cabeza de nuevo para verlo a través del espejo, donde intente con todas mis fuerzas sostener su mirada.
Esto mientras que con una de mis manos continuaba jalando un poco la tela de mi ropa, estirándola como antes y buscando que volviera a quedar bajo el chorro de agua. Pero mi otra mano...esa no pensó bien su camino y fue a toparse con la de él, causando que la mía reposara junto con la suya en mi abdomen casi desnudo. -Lo siento.- nerviosamente quite mi mano de la suya, mordiendo mis labios y agachando de vuelta mi cabeza con total nerviosismo y sobre todo vergüenza.

Negativo, pequeño...sabe delicioso...-susurré recorriendo con esa misma mano que ahora tenía restos de saliva su cuello, humedeciéndolo levemente. Pero yo no quiero ese whisky...no cuando fui yo el que ordenó que te lo tiraran a propósito...- confesé entrelazando con mas fuerza aún mis manos por su cintura, dejándolo inmóvil entre el lavabo y mi cuerpo, mucho más grande y fuerte que el suyo.
¿Quién soy? Intenta descubrirlo...-susurré sobre su oído, lamiendo el filo de su oreja a propósito para saborear su piel y notando con una cierta diversión su reacción, como su cuerpo no sabía como actuar ni moverse, cosa que le iba a ser imposible de momento.
Sus manos temblorosas entonces comenzaron a volver a acomodar su ropa bajo el chorro de agua pero era imposible, ya que yo retenía bastante tela por su espalda, al juntar de aquella acosadora manera nuestros cuerpos.
Dejame ayudarte...-susurre suavemente sobre su oído, lamiendo tentadoramente su nuca y paseando mi nariz por ahí, generándole grandes escalofríos a la vez que tomaba sus manos entre las mías y las apartaba de su ropa, poniéndolas sobre el lavabo e inclinando más su cuerpo contra este, generando un cierto roce bastante tentador para mi al tener su cuerpo de esa manera.
Sin embargo, no quería "acosarlo" tanto así que solo recorrí sus antebrazos con cierta lentitud mortal para luego bajar por su torso y llegar a la húmeda tela, colocándola nuevamente bajo el chorro del agua, pero a propósito como para que esta en vez de limpiarse, se mojara más y quedara inservible. Hmmm...quizás debieras quitartela, no crees? Te vas a resfriar...-susurré sobre su cuello y antes de que él pudiera efectuar alguna maniobra, tomé los bordes de su ropa y la jalé hacia arriba, quitándola con solo un poco de dificultad, dejando su desnudo torso a mi acción. -Dejame calentarte...-susurre notando como intentaba cubrir su cuerpo y el sonrojo de sus mejillas era más que evidente, además la incomodidad y que mi acoso era claro, incluso podía oír sus quejas, pero yo estaba más pendiente en impedir que escapara así que rápidamente me desprendí de mi abrigo y lo puse sobre su espalda, colocando como si fuera un muñeco sus brazos dentro de este, notando lo grande que le quedaba. listo...-susurré subiendo una de mis manos para cerrar el saco y que su acelerado corazón se calmara, pero mis labios ahora vagaban entre su cuello y sus labios a los cuales cada vez más me acercaba peligrosamente.

Cada vez tenía más y más miedo por sus palabras, sobre todo cuando dijo que él había sido quien ordeno que me ensuciaran...aunque aún no acababa de entender bien el porque
. -Ah n-no...no es necesario!-
Nerviosamente negué con la cabeza cuando dejo una atrevida y muy extraña lamida en mi nuca, causando que me encogiera y sobre todo que gimoteara algo asustado por la cercanía que tenia en mi cuerpo.
Estaba consciente de lo fuerte que era el hombre tras de mi, y que yo en esos momentos no era más que alguien asustado que no podía negarse a lo que hiciera. Como por ejemplo cuando jalo de nuevo mi playera para mojarla totalmente, no pude hacer más que retorcerme entre sus brazos, agitando de arriba a abajo los míos para hacerle más difícil el hecho de intentar quitarme la playera.
- S-uelteme...n-no-
Repetía una y otra vez, abrazando mi propio cuerpo y cubriendo la desnudez de este.
Aunque su siguiente acción realmente me tomo por sorpresa ya que no me esperaba que fuera a quitarse su abrigo para dármelo a mi y así devolverme aunque fuera un poco de seguridad al no estar tan expuesto a él
- Muchas g-gracias señor...ahora...debo seguir con mi trabajo.-
Esbocé mi mejor sonrisa y rápidamente me hice hacia atrás para escapar de sus labios que se acercaban tanto a los míos, y así rápidamente correr hacia la puerta, donde jalonee la perilla una y otra vez para intentar abrirla y salir de ahí lo más rápido que pudiera. Pero me percaté de que él la había cerrado y me era imposible abrirla por mi propia fuerza, así que solo empecé a dar leves golpecitos en la puerta como si buscara que alguien del otro lado me abriera.
Tan solo lo miraba de reojo, teniendo miedo de girar mi rostro hacia él de nuevo.

Mi mano continuo jaloneando la perilla de la puerta con bastante insistencia, tan solo para comprobar que aquello era totalmente inútil y que aquella persona tras de mi tenía todas las intenciones por dejarme encerrado junto con él.
-N-no-
Fue lo único que alcancé a balbucear antes de ser atraído hacia él por el cinturón, causando que chocara con su cuerpo notablemente más fuerte que el mio, dejándome inmovilizado para que no pudiera seguir intentando abrir la puerta.
Pero no solo eso, si no que también sus labios habían comenzado a morder mi hombro de tal manera que mi cuerpo temblaba entre sus brazos y que mis oídos no prestaban mucha atención a sus palabras, además de que era inútil tratar de decirle algo cuando eso solo empeoraría las cosas. Así que por el momento me limite a soltar solo ligeros quejidos, los cuales se convirtieron en un suspiro un poco de dolor al chocar contra el espejo del baño que de nuevo proyectaba aquella imagen mía que me daba mucha vergüenza mirar, como si fuera algo malo el que el "cliente" tras de mi se apegara tanto a mi cuerpo.
-P-porfavor n-no yo tengo que volver al bar, no quiero tener problema-as!-
A pesar de su "orden" de no hablar, no pude contener las palabras que salían en medio de susurros pero sobre todo jadeos que cada vez se hacían más incontrolables, como si hubiera perdido todo poder de mi garganta y de esta quisieran salir...gemidos.
La sola idea de eso me avergonzó de tal forma que tuve que agachar la cabeza para no verme al espejo y apretar mis manos en forma de puños para evitar que siguieran temblando al igual que el resto de mi cuerpo, el cual también poco a poco dejaba de responderme como debía.

Conforme los segundos pasaron me di cuenta de que a pesar de lo extraño que era, aquel contacto ya no me era tan incomodo, es más se empezaba a volver un poco...placentero? No sabía como describirlo pero mis caderas dejaron de estar estáticas para apoyarse tímidamente sobre de las suyas, y mis manos se acomodaron también en las de él, aferrándome con cierta suavidad a sus muñecas para tener un soporte y así mover solo una vez mi cuerpo hacia atrás, recibiendo sus movimientos de tal forma que su respiración se aceleró al igual que la mía, como si hubiera hecho algo bien... Así que inconscientemente decidí volver a hacerlo una y otra vez hasta que nuestros cuerpos entraron en una sincronía en la cual mis caderas y las suyas se frotaban con un poco de más rapidez a medida que sentía como el calor y el sudor en mi piel también se incrementaba.

Shh...no tendrás ningún problema, pequeño...-susurré sobre su oído derecho, lamiendo el filo de su oreja mientras seguía manteniendo su cuerpo sujeto e imposible de separar del mío. Sabía que sería difícil al principio de convencer al pequeño cuerpo que estaba entre mi y la pared/espejo, pero no me iba a rendir y aunque poco a poco, el deseo se apoderaba de mi, sabía que la experiencia que quería darle no sería placentera sino seguía mi ritmo y no lo disfrutaba, así que no me importó seguir un par de minutos más con el juego previo, torturándolo y seduciéndolo a la vez que mis manos recorrían con cada cierto minuto su torso, realizando pequeñas caricias que buscaban convertir su tenso cuerpo, que olvidara sus miedos y sucumbiera al placer.
No hizo sin embargo, falta tanto tiempo, pues de manera espectácularmente rápida su cuerpo se volvió 'casi como jalea' entre mis brazos, y sus caderas comenzaron a responder a mis movimientos, arrancándome el aire un par de segundos cuando sus caderas se movieron como respuesta a mis movimientos iniciando una especie de danza de disfrute entre ambos.
-Eso es...-susurre sobre su oído dejando se sujetar con mis manos su cuerpo levemente para quitarle mi abrigo, sonriendo ante el escalofrío que recorrió su cuerpo de pies a cabeza y como sus ojos, brillantes por el placer que podía ver sentía pero trataba de negar, me miraban de reojo. -no temas, te puedo asegurar que no te pasará nada malo...será lo mejor que hayas sentido en tu vida...-susurré nuevamente apartando mi mirada de la suya unos instantes para llevar mis manos hasta sus caderas y apartarlo un poco del vidrio para quedar frente a frente, pudiendo ver todo su cuerpo de esa manera, dejándome ver de manera más que perfecta sus omóplatos, como su vientre era ligeramente plano, quizás con un poco más de ejercicio y su cuerpo cambiaría perfectamente, pero por el momento era algo perfecto. Mi mirada y mis manos siguieron bajando y subiendo por el centro de su pecho hasta subir a mi boca y lamer un par de dedos y volverlos a bajar, esta vez en dirección a sus pezones, los cuales tomé entre estos y comencé a jalar y apretar con cierta fuerza para provocar el máximo placer posible.
Shh...-murmuré sobre su oído y antes de que pudiera evadirme, junté nuestros rostros de manera que nuestras miradas quedaran fijas en el otro, riendo en mi interior por el temblor imposible de controlar, el cual quise quitar, distrayéndolo al unir nuestros labios en un beso algo tosco y rudo, volviendo a mover mis caderas hacia adelante para frotarme contra sus glúteos y una de mis manos iba hacia su pantalón, quitando el cinturón y quitando el botón para continuar bajando la cremallera de este, colando mi mano por entre su ropa para acariciar superficialmente la leve erección que se dejaba notar ya. -Hmmm...Alguien se está poniendo duro...-susurré sobre sus labios notando el temblor de su cuerpo, mientras yo deslizaba mi mano de manera lenta, tortuosa y superficial su miembro, sintiendo como se endurecía ante cada segundo que pasaba.
-Dime...San...-susurré pronunciando por primera vez en toda la noche su nombre, notando como sus ojos se abrían en sorpresa. -Me dejarás mostrarte y enseñarte? Dolerá...-susurré empujando fuertemente mis caderas hacia sus glúteos, notando como un gemido escapaba sorpresivamente de sus labios.--pero te gustará y querrás más...¿que dices?...¿no sientes...curiosidad?-pregunté mientras mis labios dejaban una serie de besos, lamidas y mordidas en su cuello, mi mano izquierda apretaba uno de sus pezones y la derecha continuaba recorriendo de manera tortuosa su creciente erección.