Le rouge passion [Privado]

Aún sostenía discretamente el pañuelo que había conseguido quitar de su bolsa, siendo este un distractor suficiente para que no escuchar con total atención a sus palabras, escuchándolas como vagos susurros. Pero en el momento en el cual depositó su copa de vuelta en la mesa, y su cabeza formó una negación con sus movimientos, fue cuando puse toda la atención para escuchar que aquel vino no era el requerido.
Podía asegurar en mi cabeza que ese era el indicado, y que la botella incluso tenía la misma forma y la misma etiqueta en ella; según y como mi mente recordaba cierto encuentro pasado entre los dos.
-Esta totalmente seguro?- ladee mi cabeza y la incliné un poco para quedar casi a su altura en la mesa, alternando miradas entre la cocina y él, intentando recordar en mi mente en donde estaba aquel error. -Bien, no tardo, en seguida se la traigo monsieur.- con un asentimiento de cabeza más fue como marché de vuelta a la cocina, manteniendo en secreto ese ligero...nerviosismo? Que había tenido desde el darme cuenta a quien debía atender.

Me adentré justo hasta la cava de vinos, lugar donde analice las botellas del mismo año que la otra que reposaba en su mesa.
Con mi mirada localicé la fila de vinos que buscaba, encontrando ahí tres botellas más que eran muy similares a la antes elegida, pensando que una de estas serían la opción correcta.
Sin más, coloqué las botellas en una hielera especial para estas, y así salí de vuelta a lo que era el restaurante, pasando por el costado de la cocina hasta llegar a la puerta. De ahí solo unos pasos más fueron necesarios para volver hasta su mesa, pero esta vez abordándolo por la espalda, usando un poco del efecto sorpresa para colocar la hielera con botellas a su lado e inclinar un tanto mi cuerpo, quedando casi apoyado en su hombro. -Bourdeaux Superieur, Vin de Bourdeaux y Medóc, los tres vinos provenientes de la misma región y criados en el mismo año...supongo que habrá que averiguar cual es el de su gusto.- susurré mientras que salí de mi posición para colocarme a un costado suyo y así mostrarle cada una de las botellas, dejando las tres alineadas frente a una copa nueva que serviría para la degustación. -Aunque si me permite...creo que el problema no reside en el vino...si no en la copa.- de inmediato mi sonrisa se torno ladina del simple hecho de...recordar. Así que no dude en apartar un poco la silla de su lado con mi pie, jalando la pata de esta para darme el acceso de irme sentado discretamente hasta quedar a su lado.- Quizás lo que necesita probar usted no son diferentes vinos...si no la misma piel.- juguetonamente estiré mi brazo izquierdo que era el más próximo a la mesa para tomar el primer vino en la fila, el cual acerqué a mi hasta que mis labios rozaron con la tapa de la botella, y mi lengua se asomaba discretamente para lamer circularmente la misma. -No lo cree así?- dije a la vez que dejaba aquella acción para ahora inclinar la botella hacia él, señalando con la mirada las botellas restantes y la copa que quizás...permanecería igual de inmaculada que ahora.

Enterré ligeramente mis dientes en mis propios labios, creando una suave pero nerviosa mordida al comprobar que estaba en lo cierto y que aquella búsqueda de otra botella había sido prácticamente inútil. Aunque bien podría usar esa variedad de botellas a mi favor para que la "noche de degustación" tuviera más de un solo sabor en ella.
-Entonces que grosero fue al hacerme caminar de más- hice un leve puchero y reí discretamente mientras que giraba mi rostro para permitir que el suyo se acomodara sobre de mi hombro y así alcancé a sentir la calidez de su respiración sobre de esa zona, acompañado también de un ligero soplido que consiguió crear escalofríos que se representaron en la tensión de las venas de mi cuello. El cual "encogí" un poco al subir mis hombros para ocultar aquella reacción cuando él volvió a su posición original.

Lentamente seguí su mirada hasta toparme con las botellas que había traído, donde decidí dejar de nuevo la que sostenía entre mis manos para tomar justo la primera que había traído, aquella que era gemela de la que había sido mi cómplice.
Destapé de nueva cuenta el corcho con un poco de más facilidad, para luego volver a servir una pequeña cantidad en el mismo vaso - No tengo necesidad de "traer" la copa indicada para usted...- comencé a hablar mientras que suavemente levantaba mi mano con la copa hasta la altura de nuestros rostros, a la vez que mi mano libre se posaba sobre su mentón dándole una suave caricia ahí y aprovechando para levantarlo un poco.
Habiendo conseguido eso fue como pude ladear la copa y dejar caer un pequeño hilo de carmesí vino dentro de sus labios, pero siempre teniendo cuidado de no llegar mancharlo para solo darle a probar un ligero toque de este. De inmediato relamí mis labios por la imagen que tenía frente a mi; así que ya sin dudarlo me lleve a los labios lo que quedaba de vino pero manteniendo el característico sabor en mi boca para luego y con ayuda aún de mi mano en su mentón, aproximar un poco mi rostro al suyo y pactar nuestros labios en un ligero roce en el cual se podía decir que tentaba mi camino.-porque la tengo justo aquí...- Al ver que no era apartado de él, no dude en empujar un poco más mi rostro hacia el frente para comenzar a profundizar paulatinamente aquel beso, primero dejando que fueran nuestros labios los que se impregnaran del sabor del otro, para luego permitirle a mi lengua que se rozaba insistentemente con sus labios a que al fin jugueteara con su similar.
Abandoné la copa que sostenía en mi mano justo sobre la mesa, para guiar mi mano a su rodilla donde me apoyé para tener un mejor control de mi cuerpo y aproveché también aquello para repartir ligeras caricias con mi pulgar en modo de círculos, caricias que iban de acuerdo con el movimiento de mi mano derecha en su mentón que ahora se movía suavemente por su cuello hasta reposar en el costado de este, permitiéndome sentir las palpitaciones de sus venas bajo la palma de mi mano.

El sabor del vino, aquel dulce golpe de alcohol estaba 100% presente en el beso haciéndose más intenso en el ir y venir de nuestras cálidas salivas y sobre todo cuando nuestras lenguas llegaban a chocar una con la otra.
Pero como todo, aquel exquisito sabor fue despareciendo poco a poco, hasta llegar a ser solo el recuerdo que quedaban en nuestras papilas gustativas. Ahí fue cuando decidí, a pesar de que debía reconocer lo mucho que disfrutaba de aquel beso, hacer mi cuerpo hacia atrás y romper todo contacto de manera un tanto repentina buscando crear un ligero jadeo de ambos al separarnos de manera tan abrupta.
Discretamente relamí mis labios, recogiendo hasta el ultimo atisbo de su sabor en mi, antes de sentarme correctamente en la silla, con ahora mi mano izquierda en la base de la copa donde deje que mis dedos bailaran hasta subir de nuevo al borde, adentrando ahí solo un poco mi dedo mayor con el cual una vez humedecido comencé a hacer suaves círculos en el filo de oro de la parte superior del cristal.
Mi mano derecha se había posado "distraídamente" de vuelta en su rodilla, quizás un poco más arriba pero sin llegar al muslo y mis ojos solo lo miraban de reojo con una disimulada pero traviesa sonrisa de lado.- Habré encontrado al fin su preciada copa...o debo de seguir buscando?- dije al fin cuando confié de nuevo en la estabilidad de mi voz, mientras que asomaba mi lengua para lamer un poco los dedos que yo mismo había manchado con vino.