Rencontre fortuite [Privado]

Había tenido un día algo atareado pero de algún modo había conseguido escapar de algunas de mis obligaciones ya que mi posición me permitía hacerlo. Pospuse un par de citas para salir antes del trabajo y decidí que iría por algo de “relajación” al elegante cabaret llamado moulin rouge. Decidí que conduciría hasta aquel lugar yo mismo por lo que no moleste a mi chofer y solo subí a mi auto para salir del lugar donde ya había tenido una molesta reunión.

En el camino decidí que pasaría a casa cambiarme y ponerme algo más cómodo sin embargo en el camino me tope con aquella hermosa construcción la cual era la Torre Eiffel. No tenía planeado hacer ninguna otra parada que no fuera en mi casa para cambiarme pero debía aceptar que apenas y llevaba un par de días en Francia y ni siquiera me había tomado la molestia de conocer los bellos lugares que Francia guardaba.

Estacione mi carro a algunas calles de la Torre y decidí que caminaría hasta aquel monumento. Antes de salir del carro deje mi abrigo y me retire la corbata que llevaba, quedándome solo con la camisa azul oscuro casi pegándole a negro que llevaba, cubriendo mi torso. Metí las llaves del carro en uno de los bolsillos de mi oscuro pantalón de vestir y tras cerrar el coche camine con las manos alzadas en los bolsillos hasta aquella construcción.

No tarde mucho en llegar a el interior de aquella torre y ya una vez que me encaminaba a los elevadores que te llevaban al punto más alto de aquel monumento; un pequeño de cabellos rosados choco conmigo pero ya que no había pasado a mayores y solo había sido un golpe muy fugaz, le reste importancia y tras escuchar las disculpas del otro deje que se fuera. Para mi mala o buena suerte me toco estar en el mismo elevador que aquel joven y siendo sincero, al observarle un poco me pareció que le había visto en otro lado, aunque dudaba que fuera en el trabajo si es que ese chico acostumbraba a vestir como en aquel momento.

Me recargue sobre una de las “paredes” del elevador y deje que mi mente vagara mientras subíamos un par de niveles hasta que el dichoso elevador se paró de golpe. No me había movido demasiado ante aquel paro tan repentino del elevador sin embargo pude sentir el nuevo choque de la otra persona contra mí y además de todo esa mano que había ido a aferrarse hacia uno de mis brazos, solté un breve suspiro aunque cargado de tedio y baje la mirada para mirar al muchacho. -¿No crees que es algo torpe chocar con la misma persona dos veces?.-No me importo la disculpa del otro o el que estuviéramos atorados en un elevador, ese tipo de cosas bien podían ser aprovechadas y ese rostro que se mostraba en su totalidad a mi mirada poco a poco me hacia ir recordando donde le había visto pero mientras encontraba la respuesta a aquella pregunta en mi cabeza que tenía que ver con el lugar en el que había visto al chico, tome la mano que se agarraba de uno de mis brazos y le retire de allí sin embargo no le solté; le levante tanto como pude sin forzar en ningún momento el brazo del chico solo manteniéndole lo más alto que se me permitía y con mi cuerpo empuje el de el joven de cabellos rosados hasta conseguir que su espalda chocara contra una de las “paredes” del elevador; aprisionándole entre la misma y mi cuerpo y aprovechando para someter aquella mano que sostenía contra dicha “pared”.

-¿O será a caso que es un nuevo modo de acosar?- Dije en cierto tono de burla y justo después de decir aquellas palabras recordé donde le había visto. Si, en aquel cabaret que se encargaba de ofrecer placer. Pero para confirmar pregunte. -¿Tu… trabajas en el cabaret llamado moulin rouge no? Como no lo recordé antes. – Dije mas como ya una afirmación que como una pregunta y al empezar a estar algo aburrido la verdad es que muchas ideas me vinieron a la mente por lo que Sonrei con cierta perversidad mientras que me acercaba al oído del joven a susurrar.

-¿Yo pensé que eso de vender carne era solo el trabajo que se desempeñaba en el cabaret… pero supongo que la costumbre les lleva a salir a algunos vestidos como pelanduscas a cualquier parte no?- Mientras le susurraba aquello lleve mi mano libre al descubierto abdomen de aquel empleado… y con mi dedo índice recorrí desde la parte debajo de su obligo, haciendo una línea imaginaria que dividía todo su torso hasta llegar un poco más arriba de su pecho descubriendo fugazmente los rozados pezones del muchacho. Por supuesto luego de ello retirando rápidamente mi mano del cuerpo ajeno pero aun sosteniendo la mano del de cabellos rosas por encima de su cabeza.