Hana Saku Beauty -Libre-
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Hana Saku Beauty -Libre-
Aquellos días se estaban volviendo bastante monótonos para él, nada interesante dentro de aquella ciudad, nada lo bastante atractivo como para que se tomara el tiempo de admirarlo.
Se pasaba la mayor parte del día en casa, leyendo; o quizá solo paseándose por las habitaciones de esta bastante aburrido; iba al cabaret sí, pero no se había encontrado con nada que le llamara la atención sin embargo esa noche decidió salir de casa el destino aun no lo decidía, quizá un rato por las calles paseando.
Tomó una ducha relajante, tranquila, tomándose su tiempo en esta para al cabo de unos minutos salir del baño con una toalla enredada en la cintura dirigiéndose hacia su habitación para elegir un atuendo no muy ostentoso, algo ligero ya que no era una noche calurosa pero tampoco fría así que se puso un pantalón negro algo ceñido en las piernas; una camisa color oscuro de la cual solo dejó desabotonados 3 de los botones de esta dejando parte de su pecho descubierto; tomó unos zapatos del mismo color del pantalón y una chaqueta liviana color gris oscuro de la cual dobló las mangas hasta sus codos.
No le tomó mucho tiempo estar listo para salir de su casa. Tomó las llaves de su auto y salió de la habitación y del edificio hasta el estacionamiento y una vez dentro de su auto decidió el lugar que visitaría, iría al afamado cabaret, sin ningún deseo en específico solo con la idea de distraerse un poco.
Aquel lugar no estaba lejos de su vivienda por lo que no le tomo más de 20 minutos estar en la entrada del sitio dejando su auto con los encargados del valet para luego de ello entrar y dirigirse hacia el bar ese sería el primer lugar que visitaría esa noche un par de tragos y se iría a casa en caso de no encontrar algo que le interesara. Caminó por los pasillos del sitio hasta llegar a la entrada del bar abriendo aquella puerta para de inmediato y con un par de vistazos identificar una mesa lo bastante alejada de los demás para su gusto, así que dando un par de vistazos más al lugar caminó por entre las demás mesas hasta tomar su lugar en aquella que le pareció adecuada sentándose en una de las sillas con su espalda completamente recargada en esta y una de sus manos sobre la mesa dando ocasionales vistazos como si inspeccionara el lugar en espera de que alguien se acercara a atenderle.
Se pasaba la mayor parte del día en casa, leyendo; o quizá solo paseándose por las habitaciones de esta bastante aburrido; iba al cabaret sí, pero no se había encontrado con nada que le llamara la atención sin embargo esa noche decidió salir de casa el destino aun no lo decidía, quizá un rato por las calles paseando.
Tomó una ducha relajante, tranquila, tomándose su tiempo en esta para al cabo de unos minutos salir del baño con una toalla enredada en la cintura dirigiéndose hacia su habitación para elegir un atuendo no muy ostentoso, algo ligero ya que no era una noche calurosa pero tampoco fría así que se puso un pantalón negro algo ceñido en las piernas; una camisa color oscuro de la cual solo dejó desabotonados 3 de los botones de esta dejando parte de su pecho descubierto; tomó unos zapatos del mismo color del pantalón y una chaqueta liviana color gris oscuro de la cual dobló las mangas hasta sus codos.
No le tomó mucho tiempo estar listo para salir de su casa. Tomó las llaves de su auto y salió de la habitación y del edificio hasta el estacionamiento y una vez dentro de su auto decidió el lugar que visitaría, iría al afamado cabaret, sin ningún deseo en específico solo con la idea de distraerse un poco.
Aquel lugar no estaba lejos de su vivienda por lo que no le tomo más de 20 minutos estar en la entrada del sitio dejando su auto con los encargados del valet para luego de ello entrar y dirigirse hacia el bar ese sería el primer lugar que visitaría esa noche un par de tragos y se iría a casa en caso de no encontrar algo que le interesara. Caminó por los pasillos del sitio hasta llegar a la entrada del bar abriendo aquella puerta para de inmediato y con un par de vistazos identificar una mesa lo bastante alejada de los demás para su gusto, así que dando un par de vistazos más al lugar caminó por entre las demás mesas hasta tomar su lugar en aquella que le pareció adecuada sentándose en una de las sillas con su espalda completamente recargada en esta y una de sus manos sobre la mesa dando ocasionales vistazos como si inspeccionara el lugar en espera de que alguien se acercara a atenderle.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Siempre le representaba un problema escoger su vestimenta para… trabajar. No es que contara con pocos vestidos para ello, pero el sitio exigía cierto nivel de sensualidad en las prendas o al menos eso era lo que ella pensaba, ya que el ver a sus compañeros continuamente ataviados con trajes y vestidos con ese tono de sensualidad en la manera que los vestían y por sobre todo en el comportamiento de ellos era algo que le hacia cohibirse tanto al actuar como al vestir.
Todos aquellos pensamientos se mezclaban con el nerviosismo, seria su primer día de trabajo y como si todo aquello no fuera suficiente ejercería de mesera en el bar. Bueno al menos ya se había duchado y ahora estaba frente a un motón de ropa apilada en su cama. Suspiro, era tarde y no debería de llegar tarde a lo que representaba su primer encargo así que en su cabeza basto con decidir entre un rojo o un azul… “El rojo” (Que falta de originalidad) pensó para si misma comenzando a colocarse ese vestido que había elegido basándose en el color que representaba el lugar y en el que todos sus compañeros usaban y una vez que estuvo lista, levanto su cabello en una sola coleta del lado derecho y dejo dos mechones en dirección a sus patillas donde acomodaría un par de listones en cada mechón.
Salió de su habitación yendo directamente hacia el bar. Una de las chicas, encargada de la barra le enseño e indico que mesas estarían a su cargo y como debía comportarse con cada cliente. Estándares de servicio, ser amable y complaciente… todo eso que ella ya venia haciéndose a la idea mientras mudaba a ese sitio pero que le servían para confirmar que no estaba del todo mal. Estuvo casi toda la tarde sirviendo mesas en la zona que le correspondía y hasta entonces estaba contenta, no había servido más que algunas bebidas y sus clientes se habían dirigido después de eso al cabaret por el espectáculo nocturno. Fuera de ahí no había tenido mas mesas y quizá por ello estaba tranquila mas no distraída ya que de inmediato, en cuanto él tomo asiento se acerco a atenderle.
Se trataba de un hombre alto y delgado de cabellos largos y negros. Repetiría lo que había venido haciendo desde hacia horas. Se acerco en calmados pasos y de la pequeña bolsa de su mandil, saco una pequeña libre y una lapicera. – Muy buenas noches señor. Bienvenido, soy Midori… –
Se presento con una amplia sonrisa y sin quitarla poso la mirada sobre la del mayor. – ¿Le ofrezco algo para beber? – Le cuestiono con voz suave y puso la lapicera sobre una hoja limpia de su libreta, pendiente de lo que deseara aquel hombre.
Todos aquellos pensamientos se mezclaban con el nerviosismo, seria su primer día de trabajo y como si todo aquello no fuera suficiente ejercería de mesera en el bar. Bueno al menos ya se había duchado y ahora estaba frente a un motón de ropa apilada en su cama. Suspiro, era tarde y no debería de llegar tarde a lo que representaba su primer encargo así que en su cabeza basto con decidir entre un rojo o un azul… “El rojo” (Que falta de originalidad) pensó para si misma comenzando a colocarse ese vestido que había elegido basándose en el color que representaba el lugar y en el que todos sus compañeros usaban y una vez que estuvo lista, levanto su cabello en una sola coleta del lado derecho y dejo dos mechones en dirección a sus patillas donde acomodaría un par de listones en cada mechón.
Salió de su habitación yendo directamente hacia el bar. Una de las chicas, encargada de la barra le enseño e indico que mesas estarían a su cargo y como debía comportarse con cada cliente. Estándares de servicio, ser amable y complaciente… todo eso que ella ya venia haciéndose a la idea mientras mudaba a ese sitio pero que le servían para confirmar que no estaba del todo mal. Estuvo casi toda la tarde sirviendo mesas en la zona que le correspondía y hasta entonces estaba contenta, no había servido más que algunas bebidas y sus clientes se habían dirigido después de eso al cabaret por el espectáculo nocturno. Fuera de ahí no había tenido mas mesas y quizá por ello estaba tranquila mas no distraída ya que de inmediato, en cuanto él tomo asiento se acerco a atenderle.
Se trataba de un hombre alto y delgado de cabellos largos y negros. Repetiría lo que había venido haciendo desde hacia horas. Se acerco en calmados pasos y de la pequeña bolsa de su mandil, saco una pequeña libre y una lapicera. – Muy buenas noches señor. Bienvenido, soy Midori… –
Se presento con una amplia sonrisa y sin quitarla poso la mirada sobre la del mayor. – ¿Le ofrezco algo para beber? – Le cuestiono con voz suave y puso la lapicera sobre una hoja limpia de su libreta, pendiente de lo que deseara aquel hombre.
Midori- Latón
- Edad : 27
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Siguió observando el sitio logrando divisar a una delgada y pequeña figura de largos y rubios cabellos, la miró de pies a cabeza y una vez que la tuvo delante de si sonrió ladinamente manteniendo aun la postura que tenía solo que ahora ladeaba la cabeza observando a la fémina delante suyo, observando con atención la vestimenta que utilizaba empezando por sus pies siguiendo por sus largas piernas pasando por su torso hasta terminar en su rostro donde con detenimiento observó sus delicadas facciones, sonrió para si mismo y asintió de manera suave con la cabeza sin apartar la mirada de ella.
-Buenas noches.-
Dijo al tiempo que incorporaba su cuerpo quedando completamente erguido sin apartar la vista de aquella chica quien ahora se presentaba; le escuchó con atención y repitió el nombre de ella en su cabeza un par de veces.
-Gracias linda, podrías traerme un poco de brandi con refresco oscuro.-
Pidió llevando una de sus manos a acomodar un poco su ropa observando a la chica con atención; todas y cada una de las acciones de la chica eran seguidas por su mirada y esperaría con paciencia que su pedido fuera llevado hasta su lugar, no tenía prisa ni mucho menos por lo que no le incomodaba el tiempo que llevara esto y por lo pronto solo pediría aquello.
-Buenas noches.-
Dijo al tiempo que incorporaba su cuerpo quedando completamente erguido sin apartar la vista de aquella chica quien ahora se presentaba; le escuchó con atención y repitió el nombre de ella en su cabeza un par de veces.
-Gracias linda, podrías traerme un poco de brandi con refresco oscuro.-
Pidió llevando una de sus manos a acomodar un poco su ropa observando a la chica con atención; todas y cada una de las acciones de la chica eran seguidas por su mirada y esperaría con paciencia que su pedido fuera llevado hasta su lugar, no tenía prisa ni mucho menos por lo que no le incomodaba el tiempo que llevara esto y por lo pronto solo pediría aquello.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Asintió con la cabeza suavemente y bajo la mirada a atender, escribiendo justamente lo que había dicho el pelinegro. – Enseguida – Dijo de manera suave y se retiro tras hacer una pequeña reverencia con la cabeza. Avanzo por el bar con cuidado directamente hacia la barra a un paso apresurado ya que su intención era no hacer esperar demasiado al cliente así que al llegar a la barra solicito la inmediata atención de la chica que la atendía.
Le repitió la orden del pelinegro sin la necesidad de ver su libreta, quizá eso de la libreta era una mera maña suya ya que en realidad su memoria nunca le había fayado al momento de recordar las bebidas que pedían los clientes. La chica atendió de inmediato y sobre una bandeja coloco un vaso con hielos una botella de brandy y una lata del refresco negro. Le agradeció con una sonrisa y tomo la bandeja para regresar a la mesa del cliente. Atravesó sin problemas nuevamente aunque ya hubiera mas clientes en el bar y los meseros iban y venían pero procuro avanzar con cuidado para evitar algún accidente.
Llego sin problemas a la mesa del cliente y sobre esta dejo la bandeja con su pedido. Con una mano tomo el vaso y lo dejo delante de él para seguido de ello colocar la lata de lado suyo. – ¿Necesita algo mas? – Dijo sin despegar la vista de sus propias manos que ahora tomaban aquella botella de brandy. Aprendió algo en el tiempo que estuvo atendiendo, ese par de horas le enseñaron que los clientes gustan mas de que sea el mismo mesero el que prepare su bebida así que se disponía a destapar esa botella para servir, como era debido, el brandy y luego seguiría con el refresco. Sostuvo la botella con una mano por el cuello de esta y con la otra se disponía abrirla pero se encontró con un problema, la quiso girar con cierta fuerza y solo consiguió que la tapa resbalara entre la palma de su mano ya que estaba demasiado atascada.
Encogió los hombros ya que le causo un poco de pena el no poder abrir aquella botella, así sigilosamente se giro un poco para dar un par mas de intentos para abrir aquella botella sin éxito alguno. Suspiro con algo de preocupación ya que eso representaba un enorme problema y seria demasiado vergonzoso el llamar a uno de sus compañeros para ayudarle por lo que volteo hacia el cliente, dedicándole una leve sonrisa con preocupación y giro el rostro nuevamente colocando la mirada sobre la botella con un leve dejo de reproche y con un ligero puchero inflo las mejillas mientras se dedicaba a internar una y otra vez abrir aquella botella.
Le repitió la orden del pelinegro sin la necesidad de ver su libreta, quizá eso de la libreta era una mera maña suya ya que en realidad su memoria nunca le había fayado al momento de recordar las bebidas que pedían los clientes. La chica atendió de inmediato y sobre una bandeja coloco un vaso con hielos una botella de brandy y una lata del refresco negro. Le agradeció con una sonrisa y tomo la bandeja para regresar a la mesa del cliente. Atravesó sin problemas nuevamente aunque ya hubiera mas clientes en el bar y los meseros iban y venían pero procuro avanzar con cuidado para evitar algún accidente.
Llego sin problemas a la mesa del cliente y sobre esta dejo la bandeja con su pedido. Con una mano tomo el vaso y lo dejo delante de él para seguido de ello colocar la lata de lado suyo. – ¿Necesita algo mas? – Dijo sin despegar la vista de sus propias manos que ahora tomaban aquella botella de brandy. Aprendió algo en el tiempo que estuvo atendiendo, ese par de horas le enseñaron que los clientes gustan mas de que sea el mismo mesero el que prepare su bebida así que se disponía a destapar esa botella para servir, como era debido, el brandy y luego seguiría con el refresco. Sostuvo la botella con una mano por el cuello de esta y con la otra se disponía abrirla pero se encontró con un problema, la quiso girar con cierta fuerza y solo consiguió que la tapa resbalara entre la palma de su mano ya que estaba demasiado atascada.
Encogió los hombros ya que le causo un poco de pena el no poder abrir aquella botella, así sigilosamente se giro un poco para dar un par mas de intentos para abrir aquella botella sin éxito alguno. Suspiro con algo de preocupación ya que eso representaba un enorme problema y seria demasiado vergonzoso el llamar a uno de sus compañeros para ayudarle por lo que volteo hacia el cliente, dedicándole una leve sonrisa con preocupación y giro el rostro nuevamente colocando la mirada sobre la botella con un leve dejo de reproche y con un ligero puchero inflo las mejillas mientras se dedicaba a internar una y otra vez abrir aquella botella.
Midori- Latón
- Edad : 27
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Espero sin problema alguno a la chica, le había perdido de vista por lo que volvió a recargarse sobre el respaldo de la silla jugando con el adorno que estaba en la misma así durante unos momentos; luego de ello observo de reojo a la chica acercándose a pasos cuidadosos hacia el; le dedico una casi imperceptible sonrisa mientras observaba con atención sus manos manipulando aquel vaso y aquella lata.
Negó con la cabeza ante su interrogante, y se dedicaba a observarla, aquellos movimientos de sus manos sobre la botella intentando abrirla fracasando en el intento; no aparto en ningún momento su vista de ella y llevo su mano al vaso meciendo este de un lado a otro haciendo que los hielos contenidos en el mismo hicieran un leve baile que sonaba quedamente en el cristal del vaso.
Le observaba un tanto divertido debido a los intentos fallidos de abrir la botella; observo su rostro preocupado al igual que aquella sonrisa que le dedicaba, no pudo contener una leve risa al observar el ligero berrinche que hacia para con la botella así que se levanto de su lugar dejando el vaso sobre la mesa y tomo una de las manos de la chica separándola del la tapa de la botella llevando esa misma mano a colocarla frente a su propio rostro observándola con atención.
-Manos demasiado delicadas y suaves. Ahora entiendo el porque de tu dificultad al abrir la botella Midori-
Dejo que su nombre saliera de entre sus labios dedicándole una sonrisa de lado para con la otra mano quitarle la botella del brandy, y seguido de ello soltar la mano de la chica; llevo la propia a destapar de aquella botella sin ningún problema, un par de giros a la tapa y esta resbalo por si sola cayendo a la mesa, luego de ello, deposito la botella en la mano de la chica y se dispuso a tomar asiento indicando con la mirada que podría comenzar a servirle.
-Una vez que termines vuelve a la barra y trae algo para ti, quiero que esta noche me hagas compañía.-
Dijo en tono serio pero relajado observando a la chica con una casi imperceptible sonrisa viendo como su bebida era preparada.
Negó con la cabeza ante su interrogante, y se dedicaba a observarla, aquellos movimientos de sus manos sobre la botella intentando abrirla fracasando en el intento; no aparto en ningún momento su vista de ella y llevo su mano al vaso meciendo este de un lado a otro haciendo que los hielos contenidos en el mismo hicieran un leve baile que sonaba quedamente en el cristal del vaso.
Le observaba un tanto divertido debido a los intentos fallidos de abrir la botella; observo su rostro preocupado al igual que aquella sonrisa que le dedicaba, no pudo contener una leve risa al observar el ligero berrinche que hacia para con la botella así que se levanto de su lugar dejando el vaso sobre la mesa y tomo una de las manos de la chica separándola del la tapa de la botella llevando esa misma mano a colocarla frente a su propio rostro observándola con atención.
-Manos demasiado delicadas y suaves. Ahora entiendo el porque de tu dificultad al abrir la botella Midori-
Dejo que su nombre saliera de entre sus labios dedicándole una sonrisa de lado para con la otra mano quitarle la botella del brandy, y seguido de ello soltar la mano de la chica; llevo la propia a destapar de aquella botella sin ningún problema, un par de giros a la tapa y esta resbalo por si sola cayendo a la mesa, luego de ello, deposito la botella en la mano de la chica y se dispuso a tomar asiento indicando con la mirada que podría comenzar a servirle.
-Una vez que termines vuelve a la barra y trae algo para ti, quiero que esta noche me hagas compañía.-
Dijo en tono serio pero relajado observando a la chica con una casi imperceptible sonrisa viendo como su bebida era preparada.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Sus hombros se levantaron un poco de una manera abrupta deteniendo los movimientos de sus manos sobre la tapa de la botella ya que no sabia si el sonar de los hielos dentro del vaso era un medio para presionarle o quizá porque el cliente se encontraba ya impaciente así que empezó a mover mas rápido sus manos sobre aquella botella que se negaba a ser abierta y concentrada en ello no se dio cuenta de en que momento el cliente se había levantado de su asiento.
De un momento a otro, con un pequeño salto por parte de sus hombros, sintió la mano del pelinegro que tomaba la propia. No dijo nada ante ello, no debía quejarse y después de todo su agarre era suave y venia acompañado de… ¿Un halago? Al menos así lo veía ella por lo que esbozo una sonrisa apenada mientras observaba abrir aquella botella que ella no pudo. Junto sus manos y jugo con sus dedos un tanto apenada por lo ocurrido y sin decir una palabra sostuvo nuevamente la botella entre sus manos.
Escucho atenta la indicación del mayor y ante ella asintió levemente. Internamente no se negaba ni le molestaba la petición del cliente y además sabia que tenia que atenderle como él así lo quisiera. Se giro un poco para servir un poco de brandy en el vaso y dejo la botella al lado del vaso, al alcance de la mano del cliente. Seguido de ello tomo la lata de refresco y la destapo sin ningún problema para verter de ella en el vaso para posteriormente proceder a dejarle al lado del vaso. – Bueno entonces, si me permite…. – Murmuro de manera tímida y se retiro rápidamente para atender lo que el cliente le había pedido. Meditaba en el camino que podría llevar para ella. No quería nada con alcohol ya que no acostumbraba beber y no empezaría esa noche, su primera noche de trabajo así que opto por una bebida simple, un jugo de naranja mineral.
Pidió eso en la barra y regreso con el vaso en una charola más pequeña de la que había llevado a la mesa del cliente. Al estar nuevamente en la mesa dejo de lado aquel vaso de lo que seria su bebida y suspiro para aclarar un poco sus nervios. –Este, es mi primer día de trabajo… – Dijo aunque quizá para él no tendría importancia. – Así que espero ser de su agrado…– Afirmo ya que en si ese era su objetivo y a pesar de titubear un poco camino alrededor de la mesa para sentarse en el asiento continuo de donde estaba el cliente, dejando una silla de distancia entre ambos. –Si no es mucha molestia ¿Podría preguntar por su nombre? – Le cuestiono con aquella sonrisa suave en sus labios y llevo sus manos a apoyarlas sobre sus rodillas mientras que sus pies se balanceaban, (la silla era aun mas alta que ella) de un lado a otro quizá como medio para calmar ese nerviosismo que sentía aun por la reciente petición del mayor.
De un momento a otro, con un pequeño salto por parte de sus hombros, sintió la mano del pelinegro que tomaba la propia. No dijo nada ante ello, no debía quejarse y después de todo su agarre era suave y venia acompañado de… ¿Un halago? Al menos así lo veía ella por lo que esbozo una sonrisa apenada mientras observaba abrir aquella botella que ella no pudo. Junto sus manos y jugo con sus dedos un tanto apenada por lo ocurrido y sin decir una palabra sostuvo nuevamente la botella entre sus manos.
Escucho atenta la indicación del mayor y ante ella asintió levemente. Internamente no se negaba ni le molestaba la petición del cliente y además sabia que tenia que atenderle como él así lo quisiera. Se giro un poco para servir un poco de brandy en el vaso y dejo la botella al lado del vaso, al alcance de la mano del cliente. Seguido de ello tomo la lata de refresco y la destapo sin ningún problema para verter de ella en el vaso para posteriormente proceder a dejarle al lado del vaso. – Bueno entonces, si me permite…. – Murmuro de manera tímida y se retiro rápidamente para atender lo que el cliente le había pedido. Meditaba en el camino que podría llevar para ella. No quería nada con alcohol ya que no acostumbraba beber y no empezaría esa noche, su primera noche de trabajo así que opto por una bebida simple, un jugo de naranja mineral.
Pidió eso en la barra y regreso con el vaso en una charola más pequeña de la que había llevado a la mesa del cliente. Al estar nuevamente en la mesa dejo de lado aquel vaso de lo que seria su bebida y suspiro para aclarar un poco sus nervios. –Este, es mi primer día de trabajo… – Dijo aunque quizá para él no tendría importancia. – Así que espero ser de su agrado…– Afirmo ya que en si ese era su objetivo y a pesar de titubear un poco camino alrededor de la mesa para sentarse en el asiento continuo de donde estaba el cliente, dejando una silla de distancia entre ambos. –Si no es mucha molestia ¿Podría preguntar por su nombre? – Le cuestiono con aquella sonrisa suave en sus labios y llevo sus manos a apoyarlas sobre sus rodillas mientras que sus pies se balanceaban, (la silla era aun mas alta que ella) de un lado a otro quizá como medio para calmar ese nerviosismo que sentía aun por la reciente petición del mayor.
Midori- Latón
- Edad : 27
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Observo a la chica terminar de preparar la bebida y asintió con la cabeza de manera suave ante su comentario así que cuando le perdió nuevamente de vista tomo de aquel vaso llevándolo a su boca para degustar de aquella combinación en lo que esperaba el regreso de aquella chica.
Daba continuos vistazos por todo el lugar y unos cuantos hacia la barra en busca de ella hasta que le vio acercarse con calma llevando un vaso en sus manos mecía el vaso de un lado a otro viendo de reojo el bailar del licor dentro de este, pero sin perder de vista los movimientos de la chica que ahora le acompañaba, la timidez que sus ojos y sus distantes acciones reflejaban le eran interesantes y atrayentes, pocas eran las chicas que conocía que era de esa manera.
Una vez que se sentó a su lado dejando un asiento libre le miro con una sonrisa en los labios y le escuchaba atento, no tenia porque interrumpirle así que una vez que escucho aquello de su primer día de trabajo y el ser de su agrado le hizo girarse sobre su asiento para poder verle de frente.
-Reika, un placer Midori.-
Dijo sin cambiar su semblante relajado dando ocasionales sorbos a su bebida, aquella chica poseía una belleza natural que añadida a su timidez y quizá ahora infantiles movimientos le llamaba la atención.
Ladeo un poco el rostro para poder ver con mayor facilidad el rostro ajeno por lo que de inmediato llevo su mano libre a su mentón para girar el rostro de ella hacia el propio y dedicarse a observarle con directo a los ojos.
-Para ser este tu primer día de trabajo lo haces bastante bien; sin embargo con mis acompañantes no suelo tener tanta distancia.-
Dijo de manera serena llevando el vaso a sus labios nuevamente degustando del licor bajando por su garganta y seguido de ello se recorrió de su lugar hasta quedar sentado justo al lado de la chica llevando la mano que se encontraba sobre su mentón hasta sus largos y rubios cabellos tomando un pequeño mechón de estos y acercarlo a su rostro para con su nariz aspirar el perfume que emanaba de aquellos suaves cabellos.
-Dime linda, que es lo que haz traído para ti?.-
Pregunto al tiempo que hacia menos la distancia entre ambos dejando su rostro a una minima pero marcada distancia del ajeno observando el ligero tono rojizo que llegaba a invadir sus mejillas.
Daba continuos vistazos por todo el lugar y unos cuantos hacia la barra en busca de ella hasta que le vio acercarse con calma llevando un vaso en sus manos mecía el vaso de un lado a otro viendo de reojo el bailar del licor dentro de este, pero sin perder de vista los movimientos de la chica que ahora le acompañaba, la timidez que sus ojos y sus distantes acciones reflejaban le eran interesantes y atrayentes, pocas eran las chicas que conocía que era de esa manera.
Una vez que se sentó a su lado dejando un asiento libre le miro con una sonrisa en los labios y le escuchaba atento, no tenia porque interrumpirle así que una vez que escucho aquello de su primer día de trabajo y el ser de su agrado le hizo girarse sobre su asiento para poder verle de frente.
-Reika, un placer Midori.-
Dijo sin cambiar su semblante relajado dando ocasionales sorbos a su bebida, aquella chica poseía una belleza natural que añadida a su timidez y quizá ahora infantiles movimientos le llamaba la atención.
Ladeo un poco el rostro para poder ver con mayor facilidad el rostro ajeno por lo que de inmediato llevo su mano libre a su mentón para girar el rostro de ella hacia el propio y dedicarse a observarle con directo a los ojos.
-Para ser este tu primer día de trabajo lo haces bastante bien; sin embargo con mis acompañantes no suelo tener tanta distancia.-
Dijo de manera serena llevando el vaso a sus labios nuevamente degustando del licor bajando por su garganta y seguido de ello se recorrió de su lugar hasta quedar sentado justo al lado de la chica llevando la mano que se encontraba sobre su mentón hasta sus largos y rubios cabellos tomando un pequeño mechón de estos y acercarlo a su rostro para con su nariz aspirar el perfume que emanaba de aquellos suaves cabellos.
-Dime linda, que es lo que haz traído para ti?.-
Pregunto al tiempo que hacia menos la distancia entre ambos dejando su rostro a una minima pero marcada distancia del ajeno observando el ligero tono rojizo que llegaba a invadir sus mejillas.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Reika, Reika, repitió en su cabeza aquel nombre un par de veces, no lo olvidaría era seguro después de todo era su primer cliente, el primero que le pedía su compañía así que no, seguramente ese nombre se quedaría muy bien grabado en su cabeza. – Mucho gusto Reika-sama – Dijo con una amplia sonrisa un poco mas calmada y volvió a reverenciarle con la cabeza. Le observo sin separar sus manos de las rodillas ni dejar de balancear sus pies de un lado a otro.
Observaba beber al mayor y dio un rápido vistazo a la bebida que era de ella pero de momento solo observo un ligero choque entre los hielos que comenzaban a derretirse y como la pajilla se movía suavemente mientras aquel vaso comenzaba a transpirar. Su rostro había permanecido ladeado, en dirección de la mesa y sin que se diera cuenta ya era manipulado por la mano ajena, se giro sin problema, encontrándose con los ojos grisáceos del pelinegro y su sonrisa se ampliaba tras halago suyo y aunque eso le hacia ponerse de cierta manera contenta no paso por alto la distancia que ella misma había dejado, pero realmente no le pareció correcto el tomarse la confianza de sentarse directamente a su lado y aunque aquella pudiera representar un regaño prefirió que fuera el mayor quien tomara la iniciativa para acabar con la distancia en lugar de que le viera como una empleada demasiado confianzuda.
Respiro profundo y su espalda se puso completamente recta cuando vio sus cabellos tomados de esa manera, bueno quizá no era la manera si no el gesto del pelinegro lo que la ponía nerviosa. – Solo un jugo de naranja mineral. No acostumbro beber si lo hago quizá se suba demasiado rápido el alcohol a mi cabeza…– medito un momento llevando el dedo índice de una de sus manos al mentón propio y levanto la vista pensando un poco o mejor dicho imaginándose que pasaría se pusiera algo ebria. Rio un poco por lo que había pasado por su cabeza y regreso la vista al mayor. – Reika-sama sabe beber me imagino. Al menos debe saber un método para no sentir el peso del alcohol tan rápido. – Ladeo el rostro sin dejar de mirar al pelinegro y llevo los codos de sus brazos hacia la mesa para luego juntar un poco sus manos y apoyar el rostro en medio de ellas. – ¿Cómo hace eso? ¿Es algo un truco? – Le interrogo con un claro dejo de intriga en su rostro y finalmente acerco sus labios a la pajilla de su bebida para tomar un poco de ella.
Observaba beber al mayor y dio un rápido vistazo a la bebida que era de ella pero de momento solo observo un ligero choque entre los hielos que comenzaban a derretirse y como la pajilla se movía suavemente mientras aquel vaso comenzaba a transpirar. Su rostro había permanecido ladeado, en dirección de la mesa y sin que se diera cuenta ya era manipulado por la mano ajena, se giro sin problema, encontrándose con los ojos grisáceos del pelinegro y su sonrisa se ampliaba tras halago suyo y aunque eso le hacia ponerse de cierta manera contenta no paso por alto la distancia que ella misma había dejado, pero realmente no le pareció correcto el tomarse la confianza de sentarse directamente a su lado y aunque aquella pudiera representar un regaño prefirió que fuera el mayor quien tomara la iniciativa para acabar con la distancia en lugar de que le viera como una empleada demasiado confianzuda.
Respiro profundo y su espalda se puso completamente recta cuando vio sus cabellos tomados de esa manera, bueno quizá no era la manera si no el gesto del pelinegro lo que la ponía nerviosa. – Solo un jugo de naranja mineral. No acostumbro beber si lo hago quizá se suba demasiado rápido el alcohol a mi cabeza…– medito un momento llevando el dedo índice de una de sus manos al mentón propio y levanto la vista pensando un poco o mejor dicho imaginándose que pasaría se pusiera algo ebria. Rio un poco por lo que había pasado por su cabeza y regreso la vista al mayor. – Reika-sama sabe beber me imagino. Al menos debe saber un método para no sentir el peso del alcohol tan rápido. – Ladeo el rostro sin dejar de mirar al pelinegro y llevo los codos de sus brazos hacia la mesa para luego juntar un poco sus manos y apoyar el rostro en medio de ellas. – ¿Cómo hace eso? ¿Es algo un truco? – Le interrogo con un claro dejo de intriga en su rostro y finalmente acerco sus labios a la pajilla de su bebida para tomar un poco de ella.
Midori- Latón
- Edad : 27
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
No separaba la vista de aquella chica, se mantenía atento a sus acciones como a sus palabras, en el momento en que escucho cual era su bebida arqueo una ceja y dejo de lado aquel mechón de su cabello que sostenía sobre su mano para llevar este a apoyarse sobre la mesa. Aquella pequeña conversación que mantenía con la pequeña le parecía entretenida; de cierta manera comenzaba a pasarla bien así que sin objetar dejo que ella se moviera a su gusto esto claro sin perder detalle de ella; se desconcertó un poco por aquella risa que abandonaba sus labios después de un poco de silencio.
Iba a hablar sin embargo opto por no hacerlo y se limitaría a escuchar lo que aquella chica tuviese que decir, ciertamente aquello llegaba a parecerle divertido, se comportaba como una pequeña curiosa deseosa de aprender así que una vez que ella terminara de hablar dejo su vaso sobre aquella mesa y se acerco solo un poco disminuyendo aquella distancia entre ambos llegando a hacerla casi nula.
-Digamos que es costumbre linda.-
Respondió a su interrogante mientras le observaba beber de su vaso a lo que sonrío de lado y coloco su propio vaso frente a ella, mientras el tomaba del otro del que ella bebía para retirarle de su rostro separando de sus labios aquella pajilla que le servia para beber.
-Ahora bien, que si quieres aprender a hacerlo puedo enseñarte.-
Hablo sosteniendo el vaso con el jugo llevando este a sus labios dando un prolongado sorbo a mismo para con una simple seña señalar el vaso que contenía el brandy, el conocía aquello, sabia que no era lo suficientemente fuerte como para emborracharla sin embargo tampoco era lo suficientemente suave como para que no lo resintiera si bien la gaseosa disminuía el efecto del alcohol esta no lo hacia nulo, pero estaba dispuesto a ayudarle y porque no a divertirse un poco mas.
-Comienza con tragos pequeños no es necesario que lo bebas de golpe, además con pequeños tragos no creo que te pase algo y de ser asi descuida yo me encargare de ti.-
Dijo con amabilidad y volvió a beber del jugo contenido en aquel vaso sin apartar en ningún momento la mirada de aquella chica, esperando por que aquello que dijo fuese cumplido.
Iba a hablar sin embargo opto por no hacerlo y se limitaría a escuchar lo que aquella chica tuviese que decir, ciertamente aquello llegaba a parecerle divertido, se comportaba como una pequeña curiosa deseosa de aprender así que una vez que ella terminara de hablar dejo su vaso sobre aquella mesa y se acerco solo un poco disminuyendo aquella distancia entre ambos llegando a hacerla casi nula.
-Digamos que es costumbre linda.-
Respondió a su interrogante mientras le observaba beber de su vaso a lo que sonrío de lado y coloco su propio vaso frente a ella, mientras el tomaba del otro del que ella bebía para retirarle de su rostro separando de sus labios aquella pajilla que le servia para beber.
-Ahora bien, que si quieres aprender a hacerlo puedo enseñarte.-
Hablo sosteniendo el vaso con el jugo llevando este a sus labios dando un prolongado sorbo a mismo para con una simple seña señalar el vaso que contenía el brandy, el conocía aquello, sabia que no era lo suficientemente fuerte como para emborracharla sin embargo tampoco era lo suficientemente suave como para que no lo resintiera si bien la gaseosa disminuía el efecto del alcohol esta no lo hacia nulo, pero estaba dispuesto a ayudarle y porque no a divertirse un poco mas.
-Comienza con tragos pequeños no es necesario que lo bebas de golpe, además con pequeños tragos no creo que te pase algo y de ser asi descuida yo me encargare de ti.-
Dijo con amabilidad y volvió a beber del jugo contenido en aquel vaso sin apartar en ningún momento la mirada de aquella chica, esperando por que aquello que dijo fuese cumplido.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
No dijo nada ante la poca distancia, o mejor dicho, la nula distancia que había entre ambos, no veía problema en realidad con ello y si al cliente le parecía bien, ella no tenía porque objetar. Escuchaba ansiosa la respuesta del pelinegro pero un pequeño puchero apareció en su rostro al escuchar esta, ya que en verdad esperaba otra respuesta que no tuviera el beber y beber de por medio para hacerse buen bebedor. – Ya veo – Dijo algo decepcionada y se disponía a beber un poco mas de su propia bebida cuando esta fue alejada por la mano del mayor.
Le miro algo intrigada por ello y estuvo a nada de cuestionar esta acción cuando esa interrogante que deseaba salir de sus labios fue detenida por las palabras ajenas. Agradeció que aquel sorbo que daba el mayor a su vaso fuera del borde y no de la pajilla de donde ella había tomado recién, pero aun así un ligero sonrojo abordo sus mejillas y medito la idea que le planteaban. ¿Aprender? Por supuesto, era buena idea y quizá eso le ayudaría en un futuro pero el mayor había señalado su propia bebida y el aprender conllevaba el beber alcohol y al parecer beber del vaso ajeno.
Escuchaba las instrucciones del pelinegro y asentía ante ellas suavemente para hacerle saber que le habían quedado claras. Las ultimas palabras ajenas le alentaban un poco, él había dicho que se encargaría de ella y confiaba plenamente en esas palabras ya que no las sintió con alguna clase mentira así que concentro la mirada en la ajena y luego miro decidida aquel vaso de la bebida con alcohol de él. – D- De acuerdo – Con ese titubeo levanto una de sus manos para tomar aquel vaso de donde le habían dado el permiso para beber y lo llevo con lentitud hacia sus labios. Medito un poco y con un ligero ardor presente en las mejillas llevo el vaso a sus labios, evitando el lugar de donde había bebido el cliente. No era por desagrado ni nada por el estilo pero eso representaría un tacto indirecto entre ambos quizá no muy significativo pero si algo importante para hacer encender sus mejillas.
Cerró los ojos y acerco aquel vaso a sus labios e imito el anterior trago del cliente, dándole un sorbo quizá algo prolongado. Saboreo de inmediato aquel amargo sabor y de momento no estaba mal pero lo que le llevo a apretar con mas fuerza los ojos fue esa sensación caliente y quizá algo picante correr por su garganta. Separo con rapidez el vaso de sus labios y lo regreso a la mesa incapaz de abrir los ojos y formular palabra alguna, trataba de acostumbrar su boca y garganta al sabor y a pesar de levantar la misma mano que sostenía aquel vaso para cubrir sus labios, podía sentir como por la comisura de estos corría una ligera y fría gota de la bebida, hasta deslizarse por su mentón.
Le miro algo intrigada por ello y estuvo a nada de cuestionar esta acción cuando esa interrogante que deseaba salir de sus labios fue detenida por las palabras ajenas. Agradeció que aquel sorbo que daba el mayor a su vaso fuera del borde y no de la pajilla de donde ella había tomado recién, pero aun así un ligero sonrojo abordo sus mejillas y medito la idea que le planteaban. ¿Aprender? Por supuesto, era buena idea y quizá eso le ayudaría en un futuro pero el mayor había señalado su propia bebida y el aprender conllevaba el beber alcohol y al parecer beber del vaso ajeno.
Escuchaba las instrucciones del pelinegro y asentía ante ellas suavemente para hacerle saber que le habían quedado claras. Las ultimas palabras ajenas le alentaban un poco, él había dicho que se encargaría de ella y confiaba plenamente en esas palabras ya que no las sintió con alguna clase mentira así que concentro la mirada en la ajena y luego miro decidida aquel vaso de la bebida con alcohol de él. – D- De acuerdo – Con ese titubeo levanto una de sus manos para tomar aquel vaso de donde le habían dado el permiso para beber y lo llevo con lentitud hacia sus labios. Medito un poco y con un ligero ardor presente en las mejillas llevo el vaso a sus labios, evitando el lugar de donde había bebido el cliente. No era por desagrado ni nada por el estilo pero eso representaría un tacto indirecto entre ambos quizá no muy significativo pero si algo importante para hacer encender sus mejillas.
Cerró los ojos y acerco aquel vaso a sus labios e imito el anterior trago del cliente, dándole un sorbo quizá algo prolongado. Saboreo de inmediato aquel amargo sabor y de momento no estaba mal pero lo que le llevo a apretar con mas fuerza los ojos fue esa sensación caliente y quizá algo picante correr por su garganta. Separo con rapidez el vaso de sus labios y lo regreso a la mesa incapaz de abrir los ojos y formular palabra alguna, trataba de acostumbrar su boca y garganta al sabor y a pesar de levantar la misma mano que sostenía aquel vaso para cubrir sus labios, podía sentir como por la comisura de estos corría una ligera y fría gota de la bebida, hasta deslizarse por su mentón.
Midori- Latón
- Edad : 27
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Continuaba con el vaso de ella en las manos sin apartar la mirada de las acciones de la chica así como de sus palabras. Podía notar el creciente sonrojo de la chica conforme daba tragos al vaso de ella, podía imaginar la causa de aquello sin embargo no le tomo demasiada importancia y se limitó a observar como ella tomaba del vaso y lo llevaba a sus labios, había dicho sorbos pequeños sin embargo ella había dado uno lo suficientemente prolongado como para que lograra quemarle ligeramente la garganta; no pudo contener una risa que de inmediato escapó de sus labios pues sabía lo que sentía aquella pequeña por su garganta, comenzaba a divertirse sí, pero aquel líquido que comenzaba a correr por la comisura de los labios de ella recorriendo desde sus labios hasta su mentón hizo que su cuerpo se hiciera hacia adelante hasta dejar su rostro cerca de aquel camino húmedo en el cual sopló ligeramente aprovechando que la menor estaba lo suficientemente distraída para de inmediato llevar su mano libre a su cintura pegándola un poco más a si mismo y poder llevar su rostro al de ella repartiendo un par de besos desde su mentón hasta la comisura de sus labios llevándose aquella humedad en sus labios y una vez que terminó de hacerlo dejó un ligero beso acompañado de una pequeña lamida sobre la comisura de los labios de la menor.
-Dije sorbos pequeños linda.-
Dijo al tiempo que retiraba su rostro del de ella y volvía a recargarse en el respaldo de la silla llevando a la chica a que se colocara entre sus piernas con su espalda pegada su pecho recibiendo el calor del cuerpo ajeno sobre el propio y la mano que sostenía del vaso con el jugo mineral la llevó a la mesa dejándolo ahí para sacar la pajilla de aquel vaso y cambiarla al que contenía el brandy con el refresco; subió lentamente la mano de la cintura de la chica pasando en superficiales caricias por el costado de esta hasta su hombro para retirar del cabello que cubría su piel dejándola expuesta a su vista; se relamió un par de veces los labios y con ayuda de la punta de su dedo índice sobre aquella pajilla tomo del licor del vaso para llevar aquello a sobre el hombro de ella dejando caer el líquido que de inmediato comenzó a deslizarse por su hombro hasta su brazo y parte de su espalda.
-Creo que tengo un mejor método para que aprendas.-
Susurró con voz suave sobre su hombro y volvió a repetir aquella acción con la pajilla solo que esta vez la llevó a los labios de la menor para fuera ella la que diera un pequeño trago del líquido que contenía la pajilla mientras que él llevaba sus labios a besar aquel camino húmedo desde su hombro hasta su espalda donde su único obstáculo fue el inicio de su vestido.
-Dije sorbos pequeños linda.-
Dijo al tiempo que retiraba su rostro del de ella y volvía a recargarse en el respaldo de la silla llevando a la chica a que se colocara entre sus piernas con su espalda pegada su pecho recibiendo el calor del cuerpo ajeno sobre el propio y la mano que sostenía del vaso con el jugo mineral la llevó a la mesa dejándolo ahí para sacar la pajilla de aquel vaso y cambiarla al que contenía el brandy con el refresco; subió lentamente la mano de la cintura de la chica pasando en superficiales caricias por el costado de esta hasta su hombro para retirar del cabello que cubría su piel dejándola expuesta a su vista; se relamió un par de veces los labios y con ayuda de la punta de su dedo índice sobre aquella pajilla tomo del licor del vaso para llevar aquello a sobre el hombro de ella dejando caer el líquido que de inmediato comenzó a deslizarse por su hombro hasta su brazo y parte de su espalda.
-Creo que tengo un mejor método para que aprendas.-
Susurró con voz suave sobre su hombro y volvió a repetir aquella acción con la pajilla solo que esta vez la llevó a los labios de la menor para fuera ella la que diera un pequeño trago del líquido que contenía la pajilla mientras que él llevaba sus labios a besar aquel camino húmedo desde su hombro hasta su espalda donde su único obstáculo fue el inicio de su vestido.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Mantuvo sus ojos cerrados y había comenzado a pasar saliva rápidamente para calmar de algún modo esa sensación en la garganta, además de controlar esa molesta sensación que le incitaba a querer toser, cosa que no veía adecuada así que como pudo contuvo esa necesidad. Al escuchar la risa ajena, se encogió en su lugar algo avergonzada por ello y la mano que mantenía en su rodilla se cerro un poco clavando los dedos sobre ese lugar.
De un momento a otro, giro el rostro rápidamente al sentir como aquella mano ajena se colocaba sobre su cuerpo directamente y aquellos labios del cliente se dedicaban a besarle. Abrió los ojos de una y dejo la mano sobre sus labios para evitar decir algo ante lo que cliente hacía. No era desagradable en absoluto, eso podía admitirlo, lo incomodo, lo que le llevo a frotar las piernas entre si, nerviosas e inquietas fue eso mismo, la sensación agradable que eso le producía. Todo lo que ocurría era nuevo inclusive ahora se sentía regañada por no haber bebido correctamente y ante ello, sin despegar la mano de sus labios musito algo alto. – Lo lamento… –
Antes siquiera de justificar el error que pudo haber tenido ante las indicaciones del pelinegro, el mismo se encargo de cambiarle de lugar, llevándole a quedar entre las piernas ajenas. Abrió los ojos tanto como pudo y junto las manos a la altura de su pecho ya que no sabía ni donde ponerlas. Perdida en aquello, perdió noción de lo que hacia el cliente y cuando menos lo pensó aquella frialdad sobre su piel desnuda le hizo dar un pequeño brinco y llevar las manos a las piernas del pelinegro, justamente a la altura de la mitad de sus muslos, donde las clavo un poco como si fuera a caer. – Esta frio… – Murmuro casi para ella sintiendo como aquel frio iba corriendo hacia su espalda la cual se arqueo un poco chocando con el pecho del cliente.
Entrecerró los ojos al escucharle y con ellos observo la pajilla con el líquido que él le ofrecía. Sus ojos fueron a la izquierda, luego a la derecha tratando de buscar otra cosa que no fuera aquel vergonzoso ofrecimiento, no quería negarse, claro que no, eso seria y quizá molestaría al cliente. Así que con un pequeño dejo de resignación, volvió a cerrar los ojos y acerco lentamente los labios al extremo de la pajilla para beber de ella. Sentía ya de una manera mas leve el licor, ya conocía su sabor, no a la perfección pero ya estaba algo “preparada” y justo estaba dejando caer el liquido dentro de su boca, cuando sintió aquella tibieza por parte de los labios ajenos, cambiando el frio de aquella humedad en su espalda por la calidez de los labios del pelinegro.
Nuevamente dio un pequeño brinco, lo que llevo a que su cuerpo se frotara con ajeno. Sus labios se entreabrieron para soltar un pequeño sonido de sorpresa sin contar con el líquido que tenía en la boca el cual ahora resbalaba de su mentón a su cuello y se deslizaba en un frio hilo de licor hasta su pecho, donde se perdía dentro de su vestido. Apretó las manos en las piernas del cliente y su rostro se giro hacia el lado contrario de donde estaba el ajeno, buscando alejarse quizá pero dándole con ello mas espacio sobre su piel. –Re-Reika-sama… – Le llamo entre un ligero titubeo y entreabrió los ojos al mismo tiempo que giraba el rostro para mirarle por el rabillo del ojo. – ¿A-así aprenderé a beber correctamente?... – No era tonta, sabía que no aprendería a beber de esa manera, pero había entrado en el juego del pelinegro y no quería arruinarlo de alguna manera, por ello le cuestionaba con esa boba pregunta mientras que trataba de disfrutar de esas nuevas sensaciones proporcionadas por los labios ajenos.
De un momento a otro, giro el rostro rápidamente al sentir como aquella mano ajena se colocaba sobre su cuerpo directamente y aquellos labios del cliente se dedicaban a besarle. Abrió los ojos de una y dejo la mano sobre sus labios para evitar decir algo ante lo que cliente hacía. No era desagradable en absoluto, eso podía admitirlo, lo incomodo, lo que le llevo a frotar las piernas entre si, nerviosas e inquietas fue eso mismo, la sensación agradable que eso le producía. Todo lo que ocurría era nuevo inclusive ahora se sentía regañada por no haber bebido correctamente y ante ello, sin despegar la mano de sus labios musito algo alto. – Lo lamento… –
Antes siquiera de justificar el error que pudo haber tenido ante las indicaciones del pelinegro, el mismo se encargo de cambiarle de lugar, llevándole a quedar entre las piernas ajenas. Abrió los ojos tanto como pudo y junto las manos a la altura de su pecho ya que no sabía ni donde ponerlas. Perdida en aquello, perdió noción de lo que hacia el cliente y cuando menos lo pensó aquella frialdad sobre su piel desnuda le hizo dar un pequeño brinco y llevar las manos a las piernas del pelinegro, justamente a la altura de la mitad de sus muslos, donde las clavo un poco como si fuera a caer. – Esta frio… – Murmuro casi para ella sintiendo como aquel frio iba corriendo hacia su espalda la cual se arqueo un poco chocando con el pecho del cliente.
Entrecerró los ojos al escucharle y con ellos observo la pajilla con el líquido que él le ofrecía. Sus ojos fueron a la izquierda, luego a la derecha tratando de buscar otra cosa que no fuera aquel vergonzoso ofrecimiento, no quería negarse, claro que no, eso seria y quizá molestaría al cliente. Así que con un pequeño dejo de resignación, volvió a cerrar los ojos y acerco lentamente los labios al extremo de la pajilla para beber de ella. Sentía ya de una manera mas leve el licor, ya conocía su sabor, no a la perfección pero ya estaba algo “preparada” y justo estaba dejando caer el liquido dentro de su boca, cuando sintió aquella tibieza por parte de los labios ajenos, cambiando el frio de aquella humedad en su espalda por la calidez de los labios del pelinegro.
Nuevamente dio un pequeño brinco, lo que llevo a que su cuerpo se frotara con ajeno. Sus labios se entreabrieron para soltar un pequeño sonido de sorpresa sin contar con el líquido que tenía en la boca el cual ahora resbalaba de su mentón a su cuello y se deslizaba en un frio hilo de licor hasta su pecho, donde se perdía dentro de su vestido. Apretó las manos en las piernas del cliente y su rostro se giro hacia el lado contrario de donde estaba el ajeno, buscando alejarse quizá pero dándole con ello mas espacio sobre su piel. –Re-Reika-sama… – Le llamo entre un ligero titubeo y entreabrió los ojos al mismo tiempo que giraba el rostro para mirarle por el rabillo del ojo. – ¿A-así aprenderé a beber correctamente?... – No era tonta, sabía que no aprendería a beber de esa manera, pero había entrado en el juego del pelinegro y no quería arruinarlo de alguna manera, por ello le cuestionaba con esa boba pregunta mientras que trataba de disfrutar de esas nuevas sensaciones proporcionadas por los labios ajenos.
Midori- Latón
- Edad : 27
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
El sabor del licor combinado con la calidez de la piel ajena, le llenaban y le ponían un poco más ansioso; se relamía los labios continuamente llevándose en ello la delicada esencia de la menor combinada con el rugoso licor.
No prestaba demasiada atención a las palabras de ella, su vista se concentraba en ver como bebía de aquella pajilla, sin embargo debido al ligero quejido que escapo de sus labios aquel líquido resbalaba en un por demás interesante recorrido; aquello iba desde sus labios, pasando por su mentón deslizándose por su cuello y perdiéndose en el escote de su vestido.
Sonrió de lado ante la pregunta de la menor y sin hacer algo más o responder a aquello se levantó de su lugar empujando con suavidad el cuerpo ajeno haciendo que se incorporara al mismo tiempo mientras que dejaba la pajilla sobre la mesa y con ayuda de esa misma mano hacía a un lado lo que se encontraba en esta; su otra mano estaba rodeando la pequeña cintura de la fémina pegándola por completo a su cuerpo.
-Digamos que esto es más para mi conveniencia que para la tuya.-
Dijo sobre el oído de la menor soplando ligeramente en el mismo para con ayuda de la mano que sostenía la cintura de ella girar su cuerpo y dejarlo de frente al propio y una vez así colocar su otra mano sobre la cadera de la menor para elevar su cuerpo y dejarlo sentado sobre la mesa; sabía, por el comportamiento que había presentado ella que por más que él se apoyara sobre sus piernas estas no le dejarían espacio, así que tomo de las rodillas de la chica con ambas manos para abrir sus piernas y colocarse entre estas sin perder de vista cada una de las expresiones de la menor.
-No eres tonta, al contrario; por lo que pronto y cuando tú lo desees podrías aprender a beber…-
Dejó su frase a medias y dejando una de las piernas de la chica llevó su mano al vaso del licor para llevarlo a sus propios labios dando un prolongado trago al mismo hasta terminarlo; la lata de refresco estaba algo vacía, por lo que al observar a uno de los otros encargados del bar de esa noche, hizo una seña con una de sus manos para que se acercara; imaginaba el nerviosismo, quizá la pena que sentiría la menor por lo que sin muchos rodeos ordenó a aquel chico que trajera dos latas más de refresco oscuro y una hielera. Aquel chico de inmediato se retiro y el tiempo que tardó en regresar, lo aprovechó para llevar sus labios a los de la menor llevándose en estos un profundo beso que de inmediato mezclo lo poco que quedaba del licor que había bebido con el dulce sabor de su saliva. Se separó de ella en el momento en que aquel chico dejaba lo pedido sobre la mesa y haciendo una nueva seña le ordenó que se retirara para tener un poco más de “privacidad” con aquella chica. Le miraba con atención, cada una de las expresiones en su rostro; sonrío con algo de perversidad y llevó una de sus manos al muslo de la chica sin llegar a colarla debajo de su vestido, limitándose a acariciar este por sobre el mismo.
-Sin embargo esta noche lo harás a mi manera.-
Terminó su frase anterior y de inmediato llevó sus propios labios a los de ella nuevamente hundiéndolos en un lento beso; mientras que su mano se dedicaba a acariciar su muslo con lentitud llegando a presionar el mismo entre sus dedos para con la otra mano acercar el pedido que habían dejado con anterioridad sobre esta así que se separó de los labios de la chica rompiendo con cualquier contacto tanto de sus manos como de sus labios, pero manteniéndose entre sus piernas; le miró a los ojos por unos momentos para luego comenzar a hablar.
-Prepara una bebida más.-
Dijo sin más y esperó a que ella acatara lo que había pedido sin embargo tomó uno de los hielos contenidos en la hielera para llevarlo a su espalda pasando por esta hasta su pecho; lugar donde le dejo presionado observando el frío camino que dejaba este al derretirse sabiendo que esto le dificultaría un poco la tarea encomendada.
No prestaba demasiada atención a las palabras de ella, su vista se concentraba en ver como bebía de aquella pajilla, sin embargo debido al ligero quejido que escapo de sus labios aquel líquido resbalaba en un por demás interesante recorrido; aquello iba desde sus labios, pasando por su mentón deslizándose por su cuello y perdiéndose en el escote de su vestido.
Sonrió de lado ante la pregunta de la menor y sin hacer algo más o responder a aquello se levantó de su lugar empujando con suavidad el cuerpo ajeno haciendo que se incorporara al mismo tiempo mientras que dejaba la pajilla sobre la mesa y con ayuda de esa misma mano hacía a un lado lo que se encontraba en esta; su otra mano estaba rodeando la pequeña cintura de la fémina pegándola por completo a su cuerpo.
-Digamos que esto es más para mi conveniencia que para la tuya.-
Dijo sobre el oído de la menor soplando ligeramente en el mismo para con ayuda de la mano que sostenía la cintura de ella girar su cuerpo y dejarlo de frente al propio y una vez así colocar su otra mano sobre la cadera de la menor para elevar su cuerpo y dejarlo sentado sobre la mesa; sabía, por el comportamiento que había presentado ella que por más que él se apoyara sobre sus piernas estas no le dejarían espacio, así que tomo de las rodillas de la chica con ambas manos para abrir sus piernas y colocarse entre estas sin perder de vista cada una de las expresiones de la menor.
-No eres tonta, al contrario; por lo que pronto y cuando tú lo desees podrías aprender a beber…-
Dejó su frase a medias y dejando una de las piernas de la chica llevó su mano al vaso del licor para llevarlo a sus propios labios dando un prolongado trago al mismo hasta terminarlo; la lata de refresco estaba algo vacía, por lo que al observar a uno de los otros encargados del bar de esa noche, hizo una seña con una de sus manos para que se acercara; imaginaba el nerviosismo, quizá la pena que sentiría la menor por lo que sin muchos rodeos ordenó a aquel chico que trajera dos latas más de refresco oscuro y una hielera. Aquel chico de inmediato se retiro y el tiempo que tardó en regresar, lo aprovechó para llevar sus labios a los de la menor llevándose en estos un profundo beso que de inmediato mezclo lo poco que quedaba del licor que había bebido con el dulce sabor de su saliva. Se separó de ella en el momento en que aquel chico dejaba lo pedido sobre la mesa y haciendo una nueva seña le ordenó que se retirara para tener un poco más de “privacidad” con aquella chica. Le miraba con atención, cada una de las expresiones en su rostro; sonrío con algo de perversidad y llevó una de sus manos al muslo de la chica sin llegar a colarla debajo de su vestido, limitándose a acariciar este por sobre el mismo.
-Sin embargo esta noche lo harás a mi manera.-
Terminó su frase anterior y de inmediato llevó sus propios labios a los de ella nuevamente hundiéndolos en un lento beso; mientras que su mano se dedicaba a acariciar su muslo con lentitud llegando a presionar el mismo entre sus dedos para con la otra mano acercar el pedido que habían dejado con anterioridad sobre esta así que se separó de los labios de la chica rompiendo con cualquier contacto tanto de sus manos como de sus labios, pero manteniéndose entre sus piernas; le miró a los ojos por unos momentos para luego comenzar a hablar.
-Prepara una bebida más.-
Dijo sin más y esperó a que ella acatara lo que había pedido sin embargo tomó uno de los hielos contenidos en la hielera para llevarlo a su espalda pasando por esta hasta su pecho; lugar donde le dejo presionado observando el frío camino que dejaba este al derretirse sabiendo que esto le dificultaría un poco la tarea encomendada.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Echo la vista al frente nuevamente y cerró los ojos con algo de fuerza ante aquella sensación de escalofrío que ese tibio aire que salía de entre los labios ajenos le provocaba al chocar con su oído. No dijo nada ante las palabras del mayor y se quedo en su lugar, poniendo a disposición su cuerpo para no dificultarle de alguna manera la tarea de cómo él había dicho… todo fuera para su conveniencia…
Se sentía inquieta sobre la mesa y no era para menos era un lugar vergonzoso y todo el mundo del bar, aunque no fuera así, ella sentía que le observaban. Negó con la cabeza tratando de despejar aquellos pensamientos de su cabeza y relajarse para prestar su completa atención al pelinegro que atendía. Sus manos fueron de inmediato a los bordes de la mesa y se aferraron con fuerza de estos ya que al ver sus piernas siendo abiertas y al mayor en medio de ellas su cuerpo dio un brinco que le hizo sentir que flaqueaba y necesitaba sostenerse de algún lugar. Apretó los labios al tiempo de aquello, ya que, no deseaba proferir sonido alguno, no tanto por vergüenza si no por tratar de aparentar que ella también podía ser tan espabilada como sus compañeras que sabían de seducción y demás y que seguramente ante una situación como esa se quedarían mas que gustosas; por lo que llevo con un poco de temor las manos hacia los hombros ajenos y comenzó a moverlas de adelante hacia atrás suavemente como si proporcionara un pequeño masaje al cliente.
No sabía si lo estaba haciendo bien o mal, o si al cliente al menos le resultaba agradable aquel tacto que ella ofrecía pero antes de siquiera darse el tiempo para pensarlo la llegada de uno de sus compañeros le hizo encogerse de hombros y evito a toda costa el volver la mirada ante aquella nueva presencia. Había agachado la mirada un poco pero no había dejado de mover sus manos sobre los hombros del cliente proporcionando aquellas suaves caricias de una manera mas firme y trato de concentrar toda su atención en ello para evitar pensar que recientemente se le había visto en aquella posición. Cerró nuevamente los ojos y justamente iba a dejar salir un suspiro de alivio cuando aquel compañero se había retirado cuando los labios del cliente abordaron los suyos.
No era la primera vez que besaba obviamente pero, aun así tuvo esa misma sensación de la primera vez… ya que lo hacia con un completo extraño… no sabía nada de él mas que su nombre… y no es que eso fuera un problema pero le costo reaccionar tan rápido a aquel beso. Sus manos se apretaron en sus hombros y cuando aquel beso término se llevo un prolongado suspiro de entre los labios. No había durado mucho realmente, al menos no tanto como para acabar con su respiración pero aun así sentía el subir y bajar agitado de su pecho; trato de calmarse rápidamente y si había logrado abrir sus ojos un poco, estos volvieron a cerrarse rápidamente ante aquella mano ajena que se posaba en una parte de su cuerpo. De manera inmediata y al sentir como su vestido se levantaba ligeramente por aquella mano que le acariciaba, llevo una de las propias al borde de su falda, el que colgaba entre sus piernas precisamente y tiro de este hacia abajo para cubrir aquella desnudes de sus piernas aunque fuera eso imposible dado lo corto que era su vestido.
Recibió el beso nuevo del cliente de una manera más natural y se dejo llevar por sus labios mientras su mano se empuñaba sobre el borde de su vestido y la otra se cerraba sobre el hombro ajeno. Nuevamente aquel ir y venir de su pecho se hizo presente y en sus labios y en su pierna quedaron esos cosquilleos tras haber sido tocados por el pelinegro. Atendió sus palabras con total atención y asintió con la cabeza ante su nueva orden. Miro por un momento hacia un lado y luego al otro… como atendería aquella orden… en aquella posición, ya que si bien podría moverse, bajarse de aquel lugar y hacerlo de la manera correcta pero ¿Y si eso no le parecía al cliente? Descarto esa idea de inmediato… Bien tenia un gran dilema y un enorme problema con una distracción creada por el mayor, aquel hilo de agua helada que corría por su espalda y le hacia arquearse levemente. Apretó los labios una vez más y con total cuidado se giro para alcanzar aquel vaso vacio donde había estado la bebida del cliente anteriormente. Con unas pequeñas pinzas para el hielo, doblándose solo un poco mas, cuidando no alterar las acciones ajenas, llevo con ayuda de las pinzas un par de cubos de hielo al vaso para luego volver hacia el otro lado en busca de la botella de brandy que estaba a su lado. Tomo esta sin problema y la coloco entre sus manos a la altura de su pecho para abrirla esta vez sin ningún problema y verter de la misma en aquel vaso con los hielos dejando la misma cantidad anterior.
Se dispuso a volver a cerrar la botella pero no contaba que al momento de intentar aquello aquella traviesa gota de agua helada que corría por su espalda se había adentrado por toda ella hasta alcanzar su rabadilla su espalda se arqueo ante aquello y sus manos temblaron llevando a que aquella botella resbalara de entre sus manos. Como un acto de instinto sus piernas se cerraron buscando detener la caída de la botella y lo había logrado, esta había caído entre sus muslos por suerte pero sus piernas habían atrapado al cliente, presionando sus costados entre ellas. – Lo lamento… – Musito sin ser capaz de abrir las piernas, tanto por el temo r de que la botella cayera, como porque en ese momento sus piernas se sentían mas que estáticas. Quizá así se hubiera quedado un momento mas, de no ser por aquella sensación entre sus piernas… la humedad.
No se había dado cuenta de cómo había caído la botella y justo ahora se daba cuenta de que esta estaba con el cuello hacia abajo, ladeado ligeramente. La botella estaba llena y con esa descuidada posición de la botella entre sus piernas era obvio que el licor de esta comenzara a tirarse, para su fortuna, entre sus piernas, humedeciendo la tela de su falda y pasando lentamente más allá de ella hasta mojar su ropa interior. El color de su rostro se encendió de una y en ese momento se olvido de la presencia del pelinegro y llevo una de sus manos hacia la botella para retirarle de aquel lugar y dejarla sobre la mesa para posteriormente tomar el borde de su falda que recaía entre sus piernas y levantarlo, buscando alejar esa tela mojada de su piel, dejando inconscientemente a la vista su prenda interior empapada de licor que le hacia remover incomoda sus piernas.
Se sentía inquieta sobre la mesa y no era para menos era un lugar vergonzoso y todo el mundo del bar, aunque no fuera así, ella sentía que le observaban. Negó con la cabeza tratando de despejar aquellos pensamientos de su cabeza y relajarse para prestar su completa atención al pelinegro que atendía. Sus manos fueron de inmediato a los bordes de la mesa y se aferraron con fuerza de estos ya que al ver sus piernas siendo abiertas y al mayor en medio de ellas su cuerpo dio un brinco que le hizo sentir que flaqueaba y necesitaba sostenerse de algún lugar. Apretó los labios al tiempo de aquello, ya que, no deseaba proferir sonido alguno, no tanto por vergüenza si no por tratar de aparentar que ella también podía ser tan espabilada como sus compañeras que sabían de seducción y demás y que seguramente ante una situación como esa se quedarían mas que gustosas; por lo que llevo con un poco de temor las manos hacia los hombros ajenos y comenzó a moverlas de adelante hacia atrás suavemente como si proporcionara un pequeño masaje al cliente.
No sabía si lo estaba haciendo bien o mal, o si al cliente al menos le resultaba agradable aquel tacto que ella ofrecía pero antes de siquiera darse el tiempo para pensarlo la llegada de uno de sus compañeros le hizo encogerse de hombros y evito a toda costa el volver la mirada ante aquella nueva presencia. Había agachado la mirada un poco pero no había dejado de mover sus manos sobre los hombros del cliente proporcionando aquellas suaves caricias de una manera mas firme y trato de concentrar toda su atención en ello para evitar pensar que recientemente se le había visto en aquella posición. Cerró nuevamente los ojos y justamente iba a dejar salir un suspiro de alivio cuando aquel compañero se había retirado cuando los labios del cliente abordaron los suyos.
No era la primera vez que besaba obviamente pero, aun así tuvo esa misma sensación de la primera vez… ya que lo hacia con un completo extraño… no sabía nada de él mas que su nombre… y no es que eso fuera un problema pero le costo reaccionar tan rápido a aquel beso. Sus manos se apretaron en sus hombros y cuando aquel beso término se llevo un prolongado suspiro de entre los labios. No había durado mucho realmente, al menos no tanto como para acabar con su respiración pero aun así sentía el subir y bajar agitado de su pecho; trato de calmarse rápidamente y si había logrado abrir sus ojos un poco, estos volvieron a cerrarse rápidamente ante aquella mano ajena que se posaba en una parte de su cuerpo. De manera inmediata y al sentir como su vestido se levantaba ligeramente por aquella mano que le acariciaba, llevo una de las propias al borde de su falda, el que colgaba entre sus piernas precisamente y tiro de este hacia abajo para cubrir aquella desnudes de sus piernas aunque fuera eso imposible dado lo corto que era su vestido.
Recibió el beso nuevo del cliente de una manera más natural y se dejo llevar por sus labios mientras su mano se empuñaba sobre el borde de su vestido y la otra se cerraba sobre el hombro ajeno. Nuevamente aquel ir y venir de su pecho se hizo presente y en sus labios y en su pierna quedaron esos cosquilleos tras haber sido tocados por el pelinegro. Atendió sus palabras con total atención y asintió con la cabeza ante su nueva orden. Miro por un momento hacia un lado y luego al otro… como atendería aquella orden… en aquella posición, ya que si bien podría moverse, bajarse de aquel lugar y hacerlo de la manera correcta pero ¿Y si eso no le parecía al cliente? Descarto esa idea de inmediato… Bien tenia un gran dilema y un enorme problema con una distracción creada por el mayor, aquel hilo de agua helada que corría por su espalda y le hacia arquearse levemente. Apretó los labios una vez más y con total cuidado se giro para alcanzar aquel vaso vacio donde había estado la bebida del cliente anteriormente. Con unas pequeñas pinzas para el hielo, doblándose solo un poco mas, cuidando no alterar las acciones ajenas, llevo con ayuda de las pinzas un par de cubos de hielo al vaso para luego volver hacia el otro lado en busca de la botella de brandy que estaba a su lado. Tomo esta sin problema y la coloco entre sus manos a la altura de su pecho para abrirla esta vez sin ningún problema y verter de la misma en aquel vaso con los hielos dejando la misma cantidad anterior.
Se dispuso a volver a cerrar la botella pero no contaba que al momento de intentar aquello aquella traviesa gota de agua helada que corría por su espalda se había adentrado por toda ella hasta alcanzar su rabadilla su espalda se arqueo ante aquello y sus manos temblaron llevando a que aquella botella resbalara de entre sus manos. Como un acto de instinto sus piernas se cerraron buscando detener la caída de la botella y lo había logrado, esta había caído entre sus muslos por suerte pero sus piernas habían atrapado al cliente, presionando sus costados entre ellas. – Lo lamento… – Musito sin ser capaz de abrir las piernas, tanto por el temo r de que la botella cayera, como porque en ese momento sus piernas se sentían mas que estáticas. Quizá así se hubiera quedado un momento mas, de no ser por aquella sensación entre sus piernas… la humedad.
No se había dado cuenta de cómo había caído la botella y justo ahora se daba cuenta de que esta estaba con el cuello hacia abajo, ladeado ligeramente. La botella estaba llena y con esa descuidada posición de la botella entre sus piernas era obvio que el licor de esta comenzara a tirarse, para su fortuna, entre sus piernas, humedeciendo la tela de su falda y pasando lentamente más allá de ella hasta mojar su ropa interior. El color de su rostro se encendió de una y en ese momento se olvido de la presencia del pelinegro y llevo una de sus manos hacia la botella para retirarle de aquel lugar y dejarla sobre la mesa para posteriormente tomar el borde de su falda que recaía entre sus piernas y levantarlo, buscando alejar esa tela mojada de su piel, dejando inconscientemente a la vista su prenda interior empapada de licor que le hacia remover incomoda sus piernas.
Midori- Latón
- Edad : 27
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Observó el nerviosismo de la chica ante aquella nueva posición que él mismo le había obligado a tomar, aquellas expresiones en el rostro de la menor ante la presencia de aquel chico le hicieron sonreír un poco. Intuía que quizá esa era la primera noche de aquella chica por lo que era paciente y eso le llevaba a divertirse, una noche como la que esperaba. Aquellas caricias nerviosas por parte de la chica se sentían bien, aparentaba que sabía, y eso era interesante.
Continúo presionando aquel cubo de hielo casi derretido en su totalidad contra la blanca piel de la menor observándola con atención; viendo el movimiento de sus manos así como aquella natural reacción por parte de su piel para con la frialdad del agua haciendo su recorrido por su piel.
Había logrado la mitad de la tarea encomendada sin embargo antes de cualquier otra cosa observó el repentino “salto” de la menor sabiendo de sobra la razón. Sonrío de lado y guió la mirada a entre las piernas de la chica, había observado donde cayó la botella, pero aquella presión que hacía las piernas de la menor contra su cuerpo le hizo llevar su brazo a rodear la cintura de la chica para pegarle contra su cuerpo durante unos instantes. Negó un par de veces con la cabeza esto claro sin dejar que aquella sonrisa se borrara de sus labios.
-Descuida.-
Dijo ante la disculpa de la menor y alejó un poco su propio cuerpo del ajeno para permitirle retirar aquella botella, sin embargo al observar las acciones de la chica se dio cuenta de que el licor había logrado mojarla falda de su vestido y quizá un poco más; la sola idea que cruzaba por su mente le hizo observar a la chica con un claro dejo de perversidad y alejando la botella de las manos de la menor dio un paso hacia atrás logrando ver la prenda interior de la chica, que justo como pensaba estaba húmeda también.
Relamió descaradamente sus labios ante la mirada de la chica y dejó la botella sobre la mesa para con ambas manos elevar la falda de la menor a la altura de sus muslos, solo lo suficiente como para que aquella zona entre sus piernas quedara visible.
-Tenemos un problema ¿no es así linda?-
Dijo con una sonrisa ladina en los labios y colocó ambas de sus manos sobre los muslos de la menor presionado estos con algo de fuerza llegando a rozar con la yema de los dedos la humedad de su prenda interior. Con ayuda de uno de sus pies acercó una de las sillas detrás suyo para poder sentarse sobre esta una vez más; la altura de aquella silla le permitía tener acceso a entre sus piernas sin ninguna complicación y por medio del agarre que mantenía sobre las piernas de la menor jaló las mismas para hacerle recostarse sobre la mesa.
La zona en que se encontraba aquella mesa era “cómoda” para ambos, una mesa al fondo del salón, con poca luz y la suficiente “privacidad” para realizar cualquier cosa que se le ocurriera, un lugar beneficioso.
Agachó un poco su cuerpo y con ambas manos abrió las piernas de la menor solo lo suficiente como para poder colocar su rostro entre sus piernas. Elevó la mirada para poder observar el rostro de la menor y con ambas manos afianzadas a las caderas de la chica acercó su rostro a su zona íntima sacando la punta de su lengua para lamer toda la extensión de esta degustando del licor impregnado en su prenda interior así como del calor que aquella zona emanaba sintiendo este chocar contra sus mejillas y con sus manos sobre la cadera de la chica evitaba cualquier alejamiento por parte de ella.
Continúo presionando aquel cubo de hielo casi derretido en su totalidad contra la blanca piel de la menor observándola con atención; viendo el movimiento de sus manos así como aquella natural reacción por parte de su piel para con la frialdad del agua haciendo su recorrido por su piel.
Había logrado la mitad de la tarea encomendada sin embargo antes de cualquier otra cosa observó el repentino “salto” de la menor sabiendo de sobra la razón. Sonrío de lado y guió la mirada a entre las piernas de la chica, había observado donde cayó la botella, pero aquella presión que hacía las piernas de la menor contra su cuerpo le hizo llevar su brazo a rodear la cintura de la chica para pegarle contra su cuerpo durante unos instantes. Negó un par de veces con la cabeza esto claro sin dejar que aquella sonrisa se borrara de sus labios.
-Descuida.-
Dijo ante la disculpa de la menor y alejó un poco su propio cuerpo del ajeno para permitirle retirar aquella botella, sin embargo al observar las acciones de la chica se dio cuenta de que el licor había logrado mojarla falda de su vestido y quizá un poco más; la sola idea que cruzaba por su mente le hizo observar a la chica con un claro dejo de perversidad y alejando la botella de las manos de la menor dio un paso hacia atrás logrando ver la prenda interior de la chica, que justo como pensaba estaba húmeda también.
Relamió descaradamente sus labios ante la mirada de la chica y dejó la botella sobre la mesa para con ambas manos elevar la falda de la menor a la altura de sus muslos, solo lo suficiente como para que aquella zona entre sus piernas quedara visible.
-Tenemos un problema ¿no es así linda?-
Dijo con una sonrisa ladina en los labios y colocó ambas de sus manos sobre los muslos de la menor presionado estos con algo de fuerza llegando a rozar con la yema de los dedos la humedad de su prenda interior. Con ayuda de uno de sus pies acercó una de las sillas detrás suyo para poder sentarse sobre esta una vez más; la altura de aquella silla le permitía tener acceso a entre sus piernas sin ninguna complicación y por medio del agarre que mantenía sobre las piernas de la menor jaló las mismas para hacerle recostarse sobre la mesa.
La zona en que se encontraba aquella mesa era “cómoda” para ambos, una mesa al fondo del salón, con poca luz y la suficiente “privacidad” para realizar cualquier cosa que se le ocurriera, un lugar beneficioso.
Agachó un poco su cuerpo y con ambas manos abrió las piernas de la menor solo lo suficiente como para poder colocar su rostro entre sus piernas. Elevó la mirada para poder observar el rostro de la menor y con ambas manos afianzadas a las caderas de la chica acercó su rostro a su zona íntima sacando la punta de su lengua para lamer toda la extensión de esta degustando del licor impregnado en su prenda interior así como del calor que aquella zona emanaba sintiendo este chocar contra sus mejillas y con sus manos sobre la cadera de la chica evitaba cualquier alejamiento por parte de ella.
Reika- Cliente
- Edad : 41
Re: Hana Saku Beauty -Libre-
Observaba con preocupación su falda mojada. No podía levantarla mas o quedaría mas de lo que de por si ya estaba ante la vista del pelinegro. Sacudía su falda levemente tratando de disminuir esa humedad de su prenda. Al escuchar las palabras del mayor su rostro se levanto inmediatamente para observar completamente apenada el rostro ajeno y negó con la cabeza. – No, no se preocupe… - menciono con una leve sonrisa nerviosa atravesándole los labios y al darse cuenta de los movimientos del contrario, bajo su falda tratando de ocultar lo que sucedía de su vista.
Su rostro se giro un poco, desviando la mirada de la del mayor y agacho la misma buscando donde esconder la cabeza de la vista del contrario ya que esta solo lograba poner en evidencia su nerviosismo. Absorta en los pensamientos de su cabeza que la atacaban con diferentes maneras de escapar, algunas que le decían que tenia que irse y arreglar eso y por otro lado otras que le mencionaban que era su trabajo y que dejar al cliente solo por remediar su torpeza no era lo correcto; todo ello le hacia confundirse aun mas y fue en ese momento de distracción que solo las manos ajenas lograron traerle de regreso a lo que sucedía.
Su cuerpo tembló ante aquel tacto e inevitablemente tuvo que hacerse como el mayor lo indicaba. Sus brazos se apoyaron en la mesa para permanecer medio recostada y atenta a lo que hacia el pelinegro. – Espe… -
Su voz tambaleo y sus ojos se cerraron con fuerza. – Espere por favor… - Dijo con algo de suplica, mas que nada por la vergüenza que le daba aquella posición.
Sus piernas amenazaron con cerrarse un par de veces y su vista intento vagar por todo el lugar evitando la ajena. – Permítame…quitarme…-Deslizo pesada saliva y se atrevió a llevar una de sus manos hacia el hombro ajeno y se fue levantando lentamente, empujándole para poder sentarse sobre la mesa. – Permítame…- Dijo incapaz de decir lo que le deseaba hacer y alejo tanto como pudo el cuerpo ajeno de la cercanía del propio cuidando ser lo mas educada posible para no hacer molestar al pelinegro.
Sin ser capaz aun de fijar la mirada en la ajena, puso sus propias manos bajo su falda y al darse cuenta de lo que el mayor presenciaría pensó en una manera de distraerle de ello. Giro su rostro hacia el del contrario y se acerco lo suficiente para apoyar la frente en la ajena. Fijo la mirada en la ajena y tras desviar la mirada un instante, volvió esta a los ojos del mayor.
– Por favor… no mire…- Dijo y llevo rápidamente sus manos bajo su falda hasta sentir el dobladillo de su prenda interior y engancho los dedos en ese lugar para empezar a jalar su prenda, haciéndola bajar lentamente por sus piernas hasta llegar a sus rodillas.
En ese lugar se detuvo. Sus manos no alcanzaban a hacerla bajar y fue entonces que miro al contrario incapaz de continuar… ahora ya había llegado hasta ahí, tenia su ropa interior mojada completamente en el licor atorada en sus rodillas. Empezó a mover sus piernas intentando que estaba bajara pero aunque avanzara de a poco no lo hacían suficientemente rápido, añadiéndole que, no podía estar con la frente sobre la ajena durante tanto tiempo. Nuevamente pensó un momento y aun con algo de duda en sus palabras, le susurro al mayor…- Uhmm.. ¿M… me ayudaría?...-
Su rostro se giro un poco, desviando la mirada de la del mayor y agacho la misma buscando donde esconder la cabeza de la vista del contrario ya que esta solo lograba poner en evidencia su nerviosismo. Absorta en los pensamientos de su cabeza que la atacaban con diferentes maneras de escapar, algunas que le decían que tenia que irse y arreglar eso y por otro lado otras que le mencionaban que era su trabajo y que dejar al cliente solo por remediar su torpeza no era lo correcto; todo ello le hacia confundirse aun mas y fue en ese momento de distracción que solo las manos ajenas lograron traerle de regreso a lo que sucedía.
Su cuerpo tembló ante aquel tacto e inevitablemente tuvo que hacerse como el mayor lo indicaba. Sus brazos se apoyaron en la mesa para permanecer medio recostada y atenta a lo que hacia el pelinegro. – Espe… -
Su voz tambaleo y sus ojos se cerraron con fuerza. – Espere por favor… - Dijo con algo de suplica, mas que nada por la vergüenza que le daba aquella posición.
Sus piernas amenazaron con cerrarse un par de veces y su vista intento vagar por todo el lugar evitando la ajena. – Permítame…quitarme…-Deslizo pesada saliva y se atrevió a llevar una de sus manos hacia el hombro ajeno y se fue levantando lentamente, empujándole para poder sentarse sobre la mesa. – Permítame…- Dijo incapaz de decir lo que le deseaba hacer y alejo tanto como pudo el cuerpo ajeno de la cercanía del propio cuidando ser lo mas educada posible para no hacer molestar al pelinegro.
Sin ser capaz aun de fijar la mirada en la ajena, puso sus propias manos bajo su falda y al darse cuenta de lo que el mayor presenciaría pensó en una manera de distraerle de ello. Giro su rostro hacia el del contrario y se acerco lo suficiente para apoyar la frente en la ajena. Fijo la mirada en la ajena y tras desviar la mirada un instante, volvió esta a los ojos del mayor.
– Por favor… no mire…- Dijo y llevo rápidamente sus manos bajo su falda hasta sentir el dobladillo de su prenda interior y engancho los dedos en ese lugar para empezar a jalar su prenda, haciéndola bajar lentamente por sus piernas hasta llegar a sus rodillas.
En ese lugar se detuvo. Sus manos no alcanzaban a hacerla bajar y fue entonces que miro al contrario incapaz de continuar… ahora ya había llegado hasta ahí, tenia su ropa interior mojada completamente en el licor atorada en sus rodillas. Empezó a mover sus piernas intentando que estaba bajara pero aunque avanzara de a poco no lo hacían suficientemente rápido, añadiéndole que, no podía estar con la frente sobre la ajena durante tanto tiempo. Nuevamente pensó un momento y aun con algo de duda en sus palabras, le susurro al mayor…- Uhmm.. ¿M… me ayudaría?...-
Midori- Latón
- Edad : 27
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