Tarde cualquiera, ¡a trabajar! [Libre]

-A la orden... señor -dijo algo nervioso luego de tomar el pedido de la mesa 3; tres vasos de vodka, y unas frituras para el momento. Un escalofrío en la espalda le dio al sentir como el cliente que acariciaba la espalda, quiso salir corriendo, pero no, su trabajo, lo necesitaba, nada de ponerse tonto en esos momentos.

Inhaló, y exhaló lentamente mientras caminaba a la barra, a pedirle al barman lo que le habían pedido. Dio media vuelta, y miró al rededor, todos los clientes parecían personas importantes, de prestigio, o que hacían de las suyas ahí. El hedor del humo del cigarro se había ido incrementando lentamente, pero los mismos clientes habían abierto las ventanas. Se sintió un tanto aliviado por eso, así no se sentiría un poco tentado.
Arregló sus shorts un poco y sus botas, que era lo que más gustaba, pero lo dejó al escuchar al barman diciendo que ya tenía el pedido. Puso los vasos con cuidado en la elegante bandeja junto con las frituras, y se dispuso a ir nuevamente donde el cliente, ahora un poco más alejado de él disimuladamente para que no volviera a tocarle.

Para su suerte, no volvió a ocurrir, así que volvió a la barra sonriente y tranquilo, viendo por si llegaban más clientes.

Rascó detrás de su cabeza mientras seguía observando al rededor del lugar, su trabajo, a demás de querer llamar la atención del dueño para que viera que era un chico bastante trabajador.

Jugueteaba con su lápiz entre sus dedos cuando giró la mirada hacia un caballero que había levantado el brazo, y al parecer, le indicaba que se acercara. Como no se creía gran cosa en es trabajo por no ser de los mejores del burdel, miró a sus lados, hacia atrás, y volvió a mirar al caballero. Sí, al parecer a él lo llamaba, así que se acercó rápidamente para no hacerle esperar, pues sabía que muchos de los clientes tenían poca paciencia, y no quería que lo regañaran.

-Muy buenas noches, señor, mi nombre es Teru y seré quien lo atienda hoy -le sonrió de forma tierna, a cierta distancia de él al momento de sacar una pequeña libreta para tomar su orden-. ¿Qué desea? -preguntó curioso, jugueteando nuevamente con el lápiz entre sus dedos.

Sorpresa, eso tuvo cuando observó y sintió la mano del cliente tomar su muñeca, pero al ser sólo esto, se tranquilizó, no debía por qué alarmarse, aunque cuando lo atrajo, volvió a ponerse rígido, mas actuaba para no demostrarlo, y así no dar una mala impresión.

Puso atención al cliente, asintiendo, y repitiendo una y otra vez aquel nombre en su memoria para no olvidarlo. Nuevamente llegó la calma al ser soltado, pero, otra vez, la sorpresa fue vista en su rostro ante la petición del caballero. Ladeó un tanto la cabeza, preguntándose si hablaba en serio o estaba bromeando, pero no, eso era lo que quería el cliente. Parpadeó un par de veces, y asintió, haciendo una leve reverencia ante él para ir en búsqueda de lo que quería aquel hombre.

"Qué petición más... poco común" pensaba mientras pedía al barman un vaso con jugo de uvas. Seguía algo desconcertado por ello, pero prefirió quitarlo de su mente, y ser agradable ante el caballero que, hasta el momento lo era con él. Alzó la mirada, y vio al barman que le extendía el vaso con una pajilla morada. Lo tomó entre sus manos para posarlo en la bandeja, y volvió donde el caballero. -Aquí tiene, señor -, le sonrió, dejando el vaso frente a él, posteriormente abrazarse a la bandeja, y sin quitar su sonrisa, agregar: -¿Algo más?

Se asustó y sorprendió de si mismo, dando reiteradas reverencias en forma de disculpa.- ¡M-mis disculpas! Se... Hide...Zou -tragó saliva con nerviosismo, no había notado cuando le había tratado de señor,y es que la costumbre ya lo tenía dominado, y la frase salía de por sí sola de sus labios.

Asintiendo de forma obediente, se sentó donde se le era señalado, sin dejar de abrazar contra su torso la bandeja. Una pequeña y divertida risa dejó escapar al escuchar sus palabras, aunque luego se tornó un poco más nerviosa al sentir la mano del caballero en su pierna. Tragó saliva un de la forma más tranquila posible, y como si no quiere la cosa, fue quitándole el contacto lentamente poniendo su propia mano bajo la contraria.

-Uhmm... Bueno, yo no tuve la oportunidad de estudiar en una universidad, y necesitaba dinero para mantener mi departamento y mi familia- asintió un par de veces frente a sus propias palabras, sin quitar la vista del contrario -Etto... Y bueno, mi hermana menor conoce de todo- prosiguió a señalarse a si mismo -Me dijo que por mi apariencia y servicial forma de ser, me podrían aceptar y pagar bien aquí... Y como no sabía donde más trabajar...- sonrió levemente de cierta forma cansada aunque no lo estuviera.